PS_NyG_1997v044n003p0317_0370

352 JAIME REY ESCAPA Es justamente desde esta perspectiva desde la que algunos escotistas, como Basly, hablan de un *duelo de amor» entre Jesús de Nazaret y la Trinidad 88. Este «duelo de amor * tiene un comienzo, se trata de la encarna­ ción: Jesucristo se convierte en el regalo más precioso de Dios a los hombres. La encarnación es entendida también como historización de Dios, y al mismo tiempo como divinización del hombre. Dios se sitúa en el tiempo y asume toda la historia humana, en la historia de Jesús de Nazaret, hombre concreto, con su propia genealogía enraizado en nuestra propia historia (Mt 1, 1-17). En el hombre Jesús, Dios ha asumido el rostro del hombre: «El Hijo de Dios se hizo hombre para que el hombre sea divinizado»89. Precisamente el sentido de la venida de Jesús fue reabrir el camino hacia Dios: y o so y el c a m in o . En Él tenemos la comunicación suprema de Dios al hombre en humildad, al mismo tiempo que tenemos la suprema promoción y glorificación del hombre: «Si Él no hubiera tenido voluntad de ser camino, extraviados andaríamos siempre. Hízose, pues, camino por donde ir. No te diré ya: “Busca el camino”. El camino mismo es quien viene a ti. ¡Levántate y anda!»90. La centralidad de la encarnación en el diseño de Dios nos reve­ la una imagen particular de Dios, del hombre y de Cristo. Se trata 88 Para Basly hay dos sujetos que dialogan, dos individualidades que se dan testimonio de amor y de glorificación: Jesús, el «assumptus homo- y el Dios-Trini­ dad: «Qu’on ôte cette dualité amoruresue, il n’y a plus d’Evangile. L’Evangile c’est l’histoire d’amour engagé, mené jusqu’à consommation dans l’héroïque mort de l’un des contendants, Jésus-Christ Déodat de Basly, «Le moi de Jésus Christ. Le dépla­ cement des autonomies», en La France Franciscaine 12 (1929) 131. Otros artículos que insisten sobre la misma idea: Id., -Notre Seigneur Jésus-Christ. L’amant extérieur de la Trinité (traduction et commentaire à l’individualité humaine du Christ, en Revue Duns Scot 9 (1911) 5-7; 20-21; 85; en L ’École Franciscaine 19 (1912) 1-3; 13-14; 25- 26; 37; 49; 61-62; 73; 85; 97-98; 115-116. 89 «Verbum, inquam, Dei homo factum, ut tu quoque ab homine dicas, qua arte homo fieri Deus possit». C lemente de A lejandría , Protrepticus, cap. 1, 8.4, SChr. 2, Paris 1949, 63; PG, 8, 66A. 90 «Si enim via ipse noluisset, semper erraremus. Factus ergo via est qua venias. Non tibi dico, quaere viam. Ipsa via ad te venit: surge et ambula». S. A gustín , Sermones 141, 4. Obras completas de San Agustín, t. XXIII, BAC, Madrid 1983, 284; PL 38, 776.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz