PS_NyG_1997v044n003p0317_0370

LECTURA «EN CLAVE ACTUAL» DE LA CRISTOLOGÌA. 351 La mayoría de los estudios bíblicos modernos interpretan los textos de la Escritura que hacen referencia a esta cuestión (especial­ mente en San Juan) en la línea de una relación personal entre Jesús con Dios, entendido como primera persona de la Trinidad, es decir, Dios como Padre 84. Sin embargo, Escoto entiende que esta relación se lleva a cabo entre el hombre Jesús de Nazaret y el Dios-Trino. Para entender su postura es necesario que nos situemos nuevamente en su teología del primado de Cristo, corazón de su teología. Cristo es presentado como Centro, fuente y término del plan divino de salvación y, por consiguiente, de todas las obras de Dios «ad extra». Él fue el primer objeto en la mente de Dios. Toda la Trinidad proyecta el decreto de la predestinación. Cristo será el Summum Opus Dei, y al mismo tiempo el máximo glorificador de la Trinidad: «[El Dios-Trino...] quiere ser amado por otro que le pueda amar supremamente, hablando de un amor de alguien extrínseco; y cuarto prevé la unión de aquella naturaleza la cual debe amarle sumamente aunque nadie hubiera pecado»85. «Cristo fue máxima­ mente querido y amado por la Trinidad, porque le confirió la gra­ cia y no en la misma proporción de los otros Santos»86. Al mismo tiempo, Cristo como Summum Opus Dei glorificó y amó al Dios-Trino ofreciéndole toda su actividad, su vida y hasta su muerte en cruz. Para Escoto, todo el camino humano y libre de Jesús no es otro que la expresión de su amor libre a la Trinidad. «Que Cristo quiso sufrir así, fue a causa de su intenso amor del fin [la Trinidad] y de su amor por nosotros, en el cual nos amó por Dios»87. 84 Cf. K. R a h n er , «Theos en el Nuevo Testamento», en Escritos de teologia, Tau­ rus, Madrid 1963, 93-167. 85 «Dico igitur sic: Primo Deus diligit se; secundo diligit se aliis, et iste est amor castus; tertio vult se diligi ab alio, qui potest eum summe diligere, loquendo de amore alicuius extrinseci; et quarto, praevidit unionem illius naturae, quae debet eum summe diligere, etsi nullus cecidisset». Rep. Par. Ili, d.7, q.4, n. 5; XXIII, 303. 86 «Christus fuit maxime carus et dilectus a tota Trinitate, quia dedit ei Deus gra- tiam, et non ad mensuram aliorum Sanctorum». Rep. Par. IV, d.2, q.l, n. 7; XX3II, 570b. 87 «Quod ergo Christus voluit sic pati, processit ex intenso amore finis et nostri quo dilexit nos propter Deum. Ord. III, d.20, q.un., n. 11; XIV, 738b.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz