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350 JAIME REY ESCAPA Dios en la esencia de su intimidad trinitaria se mueve de mane­ ra necesaria, está envuelto en una dimensión incomunicable propia de cada persona y en una dimensión común que sólo puede ser entendida dentro de su mundo relacional. Sin embargo, en sus rela­ ciones «ad extra» se caracteriza siempre por su voluntad libre. Por ejemplo, en la encarnación o la creación, donde Dios libremente se autorrevela y se comunica a la humanidad, sin tener en cuenta el pecado de los hombres. Se trata de una relación siempre gratuita 82. Dios en su absoluta libertad, sin destruir la libertad del hom­ bre, se hace objeto voluntario. El hombre desde su absoluta libertad puede rechazar o acoger a Dios. Se trata aquí del tema de la gracia y del sobrenatural. La gracia, que es un don gratuito de Dios, viene a liberar nuestra libertad herida. Don siempre inmerecido que se presenta como misterio de libertad. B . C risto 1. Jesús de Nazaret: la libertad de Dios comunicada a los hombres La cristología moderna se esfuerza por descifrar la relación entre Jesús y el Padre, y al mismo tiempo en ambientar paternal­ mente el suceso salvífico. El valor salvífico de la vida entera de Jesús y de su resurrección quedan revalorizados. La filiación de Jesús se presenta como plenitud de su personalidad humana. Precisamente por su unidad personal con Dios, Jesús aparece como el hombre más auténtico. La conciencia de Jesús no deberá buscarse más que en donde se hizo realmente visible: en su personalidad libre. Su actitud filial para con Dios como Padre, es lo que mejor caracteriza su personalidad, y sin duda ninguna su conciencia: «El secreto últi­ mo, o mejor el misterio, de Jesús consiste esencialmente en la rela­ ción filial que establece con Dios»83. 82 C f. P. A. S eq u er i , «La nozione di persona nella sistematica trinitaria», en A. P avon - A. M ilano , Persona e personalismi, Napoli 1987, 323-325. 83 P ontificia C ommissio B iblica , «De sacra scriptura et christologia», 2.2.1.3, en Enchiridion Vaticanum 9 (1984) 1265.