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LO ABSOLUTO Y LA REALIDAD 315 En dos líneas expresa Hegel, en E, § 149, la transmutación de la necesidad real en necesidad absoluta: «En esta vuelta a sí lo nece­ sario es incondicionadamente, en cuanto realidad incondicionada». Paralelamente en WL: «Así, en su realización, la forma ha compene­ trado todas sus diferencias y se ha vuelto transparente, y como abso­ luta necesidad no es más que esta simple identidad del ser en su negación, o sea en la esencia, consigo misma. La diferencia misma del contenido y la forma ha desaparecido igualmente... ella es esta identidad reflejada de ambas determinaciones, como indiferente respecto a ellas, y, por tanto, es la determinación formal del ser-en- sí frente al ser-puesto, y esta posibilidad constituye la limitación del contenido, que tenía la necesidad real. La resolución de esta dife­ rencia, empero, es la absoluta necesidad, cuyo contenido es esta diferencia que en ella penetra en sí misma» (WL II, 181 S.-488). La necesidad absoluta o incondicionada consiste, dicho brevemente, no en que lo contingente como tal desaparezca, sino en que de hecho se revela como puesto por mor de la cosa misma, para que ésta se realice (cf. WL II, 183-489; Henrich, 157 ss.). Las tres últimas líneas de § 149, que por cierto fueron añadidas por Hegel en la tercera edición, expresan, con tanta fuerza como convicción, la simultaneidad, antes aludida, de la mediación y la inmediatez. El texto no requiere, después de lo que se ha visto, un comentario especial. La razón de dicha simultaneidad está en que la actividad hace que circunstancias y condiciones confluyan en la cosa misma, se fundan con ella. Por más que se ahonde en aquéllas, la cosa es, en último término, sólo ella misma. Sobre ella gravita, implacable, su destino, pero una vez que es, es ya incondicionada­ mente, con carácter irreversible. Si esto pudiera apoyar la idea de que la necesidad es ciega simplemente, hay, sin embargo, un punto por el que se hace luz y se anticipa la conjunción, posteriormente desarrollada, de necesidad y libertad: «Lo necesario es así, porque es». Es porque..., no es, pues, sin razón de ser, pero ésta la tiene, en definitiva, en sí misma. En WL se expresa esto mismo de una forma bastante contundente: «Así, pues, la absoluta necesidad es la verdad a la que vuelven la realidad y la posibilidad en general, como tam­ bién la necesidad formal y la real. Ella es... el ser que, en su nega­ ción, es decir, en la esencia se refiere a sí mismo y es ser. Es tanto simple inmediación, o puro ser, como simple reflexión en sí, o pura

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