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312 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ es inmediatamente la superación de ella misma; el fundamento y la condición contingente son traducidos en inmediatez, debido a lo cual aquel ser-puesto es superado en la realidad (zur Wirklichkeit) y la cosa ha coincidido consigo misma. / En esta vuelta a sí lo nece­ sario es incondicionadamente, en cuanto realidad incondicionada (ais unbedingte Wirklichkeit). / Lo necesario es así: mediado por un círculo de circunstancias —es así porque las circunstancias son así; y en el mismo punto es así: no mediado —, es así porque es» (E, § 149, pp. 293 s.). (He señalado con un trazo transversal (/) los apartados en que he dividido el comentario). Hegel conecta directamente con el parágrafo anterior. Por ello, es decir, porque tiene como cosa un contenido determinado, a la vez que representa la totalidad, la necesidad real o extrínseca es ciertamente, por una parte, una esencia llena de contenido. Con otras palabras, el contenido es limitado, no porque carezca de algún contenido que hubiera de tener, sino porque no ha lle­ gado, como veíamos, a una plena transparencia consigo mismo. Esa esencia es, además, una y, en razón de esa unidad, idéntica consigo misma, puesto que, como ya se ha visto también, el doble movimiento consiste en traducir lo interno en lo externo y vice­ versa; se ha fundido en un único movimiento, en el que los extre­ mos se implican esencialmente, sin confundirse. Y, sin embrago, tal unidad, dinámica, llena de contenido e integrada por dimen­ siones co-incidentes, es solamente en sí, aún no para sí, como ocurrirá propiamente en el ámbito del concepto. ¿Por qué? Por­ que si bien la esencia aparece en sí misma, o sea es ya de pleno derecho la apariencia en cuanto apariencia, esto no ocurre de forma que los elementos de que consta superen su subsistencia. Que la superen no significa que la pierdan, sino que, en la misma medida en que la afirman, se muestran como relacionados a la esencia misma real. Esa identidad de la esencia se explícita, desde el punto de vista de la forma, en la actividad de una superación mutua. Se trata, por una parte, de superar la inmediatez en el ser-mediado, concretamente, de superar lo contingente extrínseco, lo que en este orden se entiende como «totalidad de las circunstancias», haciendo que éstas se revelen en su carácter de ser lo que condi­ ciona a la cosa misma. Su inmediatez deviene, pues, ser-mediado,

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