PS_NyG_1997v044n003p0237_0316

LO ABSOLUTO Y LA REALIDAD 307 dad de la inmediatez y de la mediación llevada a cabo por la acti­ vidad misma. De los tres momentos, la condición, la cosa y la actividad, «a) La condición es a) lo presupuesto; en cuanto solamen­ te algo puesto (Gesetztes) es sólo como relativa a la cosa, pero en cuanto algo previo (ais voraus) es como para sí —circunstan­ cia contingente, extrínseca, que existe sin referencia a la cosa; pero en esta contingencia, y al mismo tiempo con referencia a la cosa, que es la totalidad, este presupuesto es un círculo com­ pleto de condiciones. Las condiciones son pasivas, son utilizadas como material para la cosa y entran a formar parte del conteni­ do, que es la cosa; son igualmente acordes con este contenido y contienen ya en sí la determinación completa del mismo» (E, § 148, p. 292 s.). Son dos los aspectos distinguidos por Hegel. En el primero de ellos y bajo el concepto de presupuesto, la condición ofrece a su vez dos dimensiones netamente distintas: por una parte, la condición como tal es algo puesto, es decir, algo que tiene, por de pronto, sig­ nificado y consistencia, no en sí, sino en relación a la cosa. De otra parte, vista la condición no en su referencia a lo condicionado, sino en sí misma, es algo previo, una circunstancia, realmente extrínseca y contingente; sin embargo, esto no es todo, pues vista la condición en esa su contingencia remite, justo por ser contingente, a su fundamen­ to, y así indefinidamente. Resulta, entonces, que aun reconocida la existencia propia de la condición en su entidad peculiar, ésta se resuelve, bajo el punto de vista de la totalidad, en un «círculo com­ pleto de condiciones». Es la concreción que adquiere en este caso su propia índole de presupuesto bajo el punto de vista de que aun el carácter previo e inmediato es, a su vez, algo puesto; se da, pues, la inmediatez, pero como superada en el sentido indicado. El segundo de los aspectos supone ya la presencia de la activi­ dad o el ejercicio de la condición en cuanto tal. La condición, in actu exercito, se convierte en material utilizado en la construcción de la cosa; y de esta forma es un elemento de su contenido. En este sen­ tido hay una visión de la realidad como material de la acción. Es tal vez el punto en que más claramente se puede apreciar la infuencia de Fichte. Por otra parte, para que las condiciones sean verdadera-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz