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290 mariano A lvarez G óm ez lo contingente con lo posible. Es la segunda deducción de lo con­ tingente. A continuación del texto comentado dice Hegel: «O dicho de otra forma, inmediatamente, en cuanto que lo real es, por de pronto como la unidad simple e inmediata de lo interno y de lo externo, es como algo exterior inesen cial y es de este modo, al mismo tiempo (§ 140) solamente lo interior, la abstracción de la reflexión en sí; lo real está así determinado como algo solam en te posible. En este valor de una mera posibilidad lo real es algo contin­ gente, y al contrario la posibilidad es la mera contingencia» (E, § 144, p. 284). Esta forma de expresarse puede no resultar del todo afortu­ nada, en cuanto que Hegel vuelve a la dialéctica de lo interno y de lo externo, cuando en realidad se está refiriendo a ambos bajo la perspectiva de lo que es ya resultado de tal dialéctica, es decir, bajo la perspectiva de la unidad inmediata de lo uno y lo otro. De esta forma lo posible y lo contingente pudieran aparecer como una mera explicitación de lo interno y lo externo, cuando de hecho lo que Hegel intenta es mostrar dos nuevas perspectivas de lo real. Ver las cosas, en efecto, como posibles de una parte y como con­ tingentes de otra es verlas en todo caso desde la perspectiva de su no-ser o del no-ser-aún, en un caso, de su destinación a no-ser-ya, en otro. La intención de Hegel, al margen de la dificultad de la exposi­ ción, no me parece ser otra que la de hacer ver la nueva carga de negatividad que se desprende de la inserción de la posibilidad en el seno de la realidad. El texto de WL es elocuente en este aspecto: «Lo real como tal es posible; está en una identidad positiva inmediata con la posibilidad; pero ésta se ha determinado como pura posibilidad; por tanto, también lo real está determinado como lo que es puramente posible. Y en seguida, por el hecho de que la posibilidad esté contenida de inmediato en la realidad, se halla en ésta como superada, esto es, sólo como posibilidad. Al contrario, la realidad, que se halla en unidad con la posibilidad, es sólo la inmediación superada —o bien, dado que la realidad formal es sólo realidad inmediata primera, es sólo momento, sólo realidad superada, o sea sólo posibilidad... Esta unidad de la posi­ bilidad y la realidad constituye la contingencia — . Lo contingente es algo real, que al mismo tiempo se halla determinado sólo como posible, y cuyo otro o contrario existe igualmente. Por consiguien­ te, esta realidad es puro ser o pura existencia, pero puestos en su

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