PS_NyG_1997v044n003p0237_0316

270 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ mediato, etc. Ello obedece a que el método hegeliano, caracteriza­ do como paso de lo abstracto a lo concreto (cf. Álvarez-Gómez, pp. 311 ss.), requiere la superación de lo abstracto, no sólo de una manera general en relación con el sistema en su conjunto, sino en relación con todos y cada uno de los estadios del mismo. Se advier­ te en ello el intento de superar el platonismo que pudiera encubrir­ se bajo el concepto de realidad, esencia, etc., como si de un juego de simples ideas se tratara. Lo cual no significa en modo alguno que hablar de realidad carezca de sentido. Significa sólo que realidad como concepto sirve para dar expresión a cosas u objetos reales. Pues no hay cosas reales porque exista la realidad, sino que la rea­ lidad no es sino la resultante del proceso de las cosas reales. A continuación de las dos líneas antes citadas y que acabamos de comentar dice Hegel: «La exteriorización de lo real es lo real mismo, de forma que esto continúa siendo en ella algo esencial (Wesentliches), y únicamente es algo esencial en cuanto que es en existencia extrínseca inmediata» (E 142, p. 279). Como aclaración más concreta puede decirse lo siguiente. Si, como hemos visto, la unidad de lo interno y de lo externo ha de interpretarse en térmi­ nos de actuación, se entiende que a continuación Hegel pase a hablar de lo real. Se apropia, en efecto, el actiones sunt supposito- rum de la tradición, pues en aquellos casos en que acentúa este aspecto de la acción, se advierte la referencia explícita o implícita a los sujetos de la misma, en cuanto que tienen un carácter individual y concreto. Se trata, con otras palabras, de expresar que lo que actúa, mucho más si es bajo la forma de la exteriorización, no es la realidad, sino lo real. Pero hay además otro aspecto de no menor importancia. La WL representa la exposición de las determinaciones del pensamiento (WL I, 19-38). La realidad, al igual que el resto de las categorías, es expresión del pensamiento mismo en su necesidad. Pero ello impli­ ca, entre otras cosas, que el pensamiento es algo así como el mode­ lo que está a la base de cada una de las categorías. Y lo está sobre todo en aquellos casos en que, como en éste, es claro que se paten­ tiza la estructura misma del pensamiento. Pues es evidente que el pensamiento se realiza como tal en cuanto que se actualiza en aque­ llo mismo de lo que es pensamiento. Teniendo al pensamiento como modelo de la realización entre lo interno y lo externo, se compren-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz