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DUNS ESCOTO: LOS OTROS PROBLEMAS 113 esa índole sólo puede ser divino. El ser humano es finito, y esa es la razón de que su entendimiento no sea capaz de una intuición que agote la inteligibilidad total del concreto, ya que por ser finito tiene un conocimiento finito y creado. A pesar de esto, antes que finito y creado es un entendimiento formalmente, por lo que tiene la capacidad de la intuición total de la esencia concreta tal como es. La finitud humana, sin embargo, no puede ser subsanada de mane­ ra alguna. Si el entendimiento humano fuera entendimiento sin más, su modo de realizar la capacidad del ser sería por medio de una intui­ ción que agotara toda la inteligibilidad concreta de un ente dado, pero por ser finito se ve obligado a entender por abstracción. De esta manera, el entendimiento humano es un entendimiento formalmente tal; es entendimiento finito (siendo la finitud algo intrínseco al cono­ cimiento del hombre), y esa finitud se patentiza en la no coincidencia de la espontaneidad, por la que es capaz de todo el ser y la realiza­ ción de esa espontaneidad por la que tiene necesariamente sus cau­ sas naturalmente operantes. Es un entendimiento unido al cuerpo en el obrar de facto (lo que quiere decir que el estar unido al cuerpo no modifica intrínsecamente al entendimiento), pero esa corporeidad pone la condición para que de iure pueda estar y de hecho este en el mundo. Es un entendimiento que, por el hecho de estar en el mundo, sigue las reglas que se dan en el mundo. De esta manera es como podemos afrontar de forma certera el problema, porque muy probablemente lo que sucede es que ambos autores (Gilson y Bettoni) se sitúan en niveles diferentes, por lo que mientras Gilson se centra de lleno en la problemática suscitada en el nivel del objeto primero y adecuado del entendimiento humano ex ratione potentiae, es decir, a nivel de la intuitividad y su objeto correspondiente. Como Escoto ve que no se puede seguir esa vía pro nunc, opina Gilson que pro nunc tampoco se puede saber cuál es el objeto primero y adecuado si no es por revelación o, con otras palabras, que en el momento en que queda cerrado el camino de la intuitividad, queda también cerrado el camino de la abstracción. Por su parte Bettoni se sitúa a nivel del objeto adecuado y primero del entendimiento humano en cuanto humano y pro nunc para afirmar su naturalidad en cuanto objeto abstracto tanto en su abtención como en su desarrollo. Esto no implica que podamos saber, de

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