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86 MANUEL LÁZARO PULIDO to al «destino» en un intento de eludir las dificultades que creaban la creencia en un decreto divino «arbitrario» o la idea epicúrea de un clinamen de los átomos52. La negación del fa tum resalta el hecho del actuar divino de la influencia y de la providencia, que aunque arrastra ciertas connota ciones del fatum , se distingue en los aspectos más importantes 53. Ahora vemos por qué Buenaventura achaca a la astrología una con fusión parcial y qué quiere decir cuando habla de la confusión que ésta provoca en relación a los juicios que propone. 3.2. M o d elo co smo lóg ico y m od elo antro po lóg ico Cuando vimos el papel que la presentación del modelo cosmo lógico tenía en el pensamiento bonaventuriano terminamos con estas palabras: «El cosmos es el reflejo del acto creador de Dios y de su relación hacia Él, reflejo que dota a la creatura de algo más que una realidad física y metafísica: le dota de una significación síg- nica y simbólica, significación que se plasma en el tiempo como his toria salvífica». Sin pretenderlo de una manera directa, dimos las claves para poder empezar a comprender cuál es la verdadera signi ficación que Buenaventura da al hombre en relación con el univer so en el que vive. Acabamos de ver, en el punto anterior, que la influencia que ejercen los cuerpos celestes sobre el hombre es casi inexistente, ciñéndose, y ello de una manera limitada, al cuerpo. Ahora vamos a fijar la atención en la significación que el modelo cosmológico tiene en el hombre y que deriva de lo que Buenaven tura entiende por cosmos y por hombre. Así, la relación existente entre el modelo cosmológico y el modelo antropológico tendrá en cuenta un doble movimiento: 1) el hombre como parte del cos mos dotado de una significación propia como Imago Dei, y 2) el 52 Cf. A. A. L o n g , La filosofía helenística, Madrid, 1984, 177-181; A. M artín ez , Átomos, hombres y dioses. Estudios de filosofía griega, Madrid, 1988, 181-185, sobre el clinamen 153-168. 53 «Todas los seres corporales fueron hechos para el servicio del hombre, para que a partir de ellas el hombre se sienta impulsado a amar y alabar al Autor del uni verso por cuya providencia se disponen todas las cosas» (Brevil., p. 2, c. 4: V, 222a.).
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