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LA COSMOLOGÍA BONAVENTURIANA: VISION FRANCISCANA... 85 que alcanza, porque sin la continuidad de esta influencia no hay subs­ tancia creada»47. Sólo el alma es capaz de recibir en su total intensidad la influencia esencial de Dios como gracia. Únicamente el alma, como creatura espiritual, puede participar de la bondad divina en razón de su s e r 48. Esta participación especial y esta forma propia del alma hace inútil una influencia meramente accidental y corporal que sig­ nifica el primer modo de influencia propia de los cuerpos: «Contra el determinismo astrológico, señala T. Mouiren, el alma poseedora del libre albedrío escapa a la influencia de los astros, no siendo ella del mismo orden y recibiendo su influencia de otra luz, la luz divina»49. Además, el alma, cuando participa de la forma excelsa de la influencia divina, completa su especificidad. El libre albedrío que la caracteriza no es alterado por recibir la gracia que supone la influen­ cia divina 50. Hay que tener en cuenta que el marco en el que nos movemos es el relato de la creación en el que son los demás seres creaturales los que están al servicio del hombre, y en el que todos somos modelados por la gracia creadora de Dios: «esta máquina sensible del mundo corpóreo es como una casa edificada para el hombre por el Supremo Artífice»51. Buenaventura se sitúa en gran distancia con el pensamiento estoico para quienes la noción de libertad quedaba suprimida entendida como «libertad externa» y reducida a una «conformidad con el universo (o Naturaleza)». La libertad era para los estoicos el modo como cada uno actúa respec- 47 L. M athieu, o. c ., 204. 48 Esta influencia, como participación de la bondad divina, conoce sus fuentes en Boecio y Alejandro de Hales. Efectivamente, Boecio consacra en su tratado Quo- modo substantiae in eo quod sint bon ae sint, conocido también con el sobrenom­ bre de De Hebdomadibus (PL 64, 1311-1314), uno de sus temas al fluxu bonitatis. Buenaventura citará en varias ocasiones a Boecio como una autoridad a su disposi­ ción como a la Suma Halesiana, que en referencia a Boecio, trata la cuestión De fluxu aliorum bonorum a summo Bono, t. I, n. 110. 49 T. M o u iren , nota 15, en Breviloquium. 2. Le monde créature de Dieu, Paris, 1967, 135. 50 Sobre el concepto de libertad y libre albedrío en Buenaventura, cf. V. Ch. B igi , «La libertà in San Bonaventura», en J. G. B ougerol (ed.), S. Bonaventura 1274- 1974, voi. 3, Grottaferrata, 1973, 599-621. 51 Brevil., p. 2, c. 4: V, 222a.

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