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50 ALEJANDRO VILLALMONTE Después de realizada esta crítica radical sobre Bayo y Jansenio todavía AV retiene de ellos y de la lejana tradición de Agustín una fórmula cuya ambigüedad, al menos a mi modo de ver, es indispen sable despejar. 3 . L a fó rm u la « n a tu r a v itia ta » = « n a tu r a leza v ic ia d a » EN LA INlTiRPRETACIÓN DE A. VANNESTE Es conocida la importancia que en la antropología de san Agus tín concede a esta fórmula, al hecho de que por el pecado de Adán la naturaleza quedó convertida en masa de pecado, masa de perdi ción, en «naturaleza viciada = natura vitiata». Perseveró a lo largo de los siglos medievales. Se matizó un poco con esta otra: por el peca do de Adán la naturaleza humana «fue despojada de la gracia y “heri da” en la naturaleza». A quien conozca los escritos de AV sobre el pecado original, el distanciamiento que en ellos se hace respecto a la enseñanza tradicional, le podría sorprender que se conserve esta fórmula de tan dudosos antecedentes, de historial tan oscuro: vesti gia terrent. Por eso AV se ve precisado a explicar el sentido en que él conserva esta fórmula. Y lo hace desde la doctrina del pecado original que él sustenta, muy alejada de la que mantenían los usua rios de la vieja fórmula durante pasados siglos. Los rasgos más salientes de la enseñanza de AV sobre el peca do original serían, según he podido entender, los siguientes 6: 6 El prof. AV resume su opinión sobre el pecado original en las pp. 189-196 del libro que comentamos. Con mayor amplitud en su obra Le dogme du peché ori ginel, Louvain-Paris, 1971. Y el artículo Ou en est le problème du peché originel, en EphemTheolLov. 52 (1976) 143-161; Id., Le peché originel. Vingt-cinq ans de contro verses, en EphemTheolLov. 56 (1980) 139-146. Nuestra discrepancia con el prof, la he expuesto en El pecado original. Veinticinco años de controversia: 1950-1975, Sala manca, 1978, 541-558. Especialmente el articulo Voluntad salvífica universal y peca do original (Respuesta al prof. Alfred Vanneste), en Estudios Franciscanos 92 (1991) 1-24. Eliminada por ambos dialogantes, la teología de Adán, negado el pecado origi nal en los recién llegados a la vida, la diferencia podría, pienso, reducirse a este punto: AV no admite la gracia original/inicial en el nasciturus, gracia que en mi opinión es inevitable concederles. A fin de no dejarles en una especie de naturaleza neutra/pura, que AV no admite, como veremos.
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