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48 ALEJANDRO VILLALMONTE Finalmente, queda claro que la defensa apasionada y tenaz de la teoría del pecado original, le acarreó al doctor de Hipona nota­ bles oscuridades a la hora de hablar de la soteriología, la caritología y de la hamartiología cristianas. 2. R electura de B ayo y J ansenio Por motivos de brevedad que nos hemos impuesto y por ser menos importante para nuestro actual propósito no nos demoramos en otros temas tratados por AV. En ellos se muestra la pervivencia de la doctrina agustiniana sobre «naturaleza-gracia» en la teología occi­ dental 5. Hasta entrado el siglo xm los progresos realizados fueron más bien escasos, desde el punto de vista de nuestra teología actual. Convienen los historiadores de la teología en que los conceptos de «naturaleza», «gracia», «sobrenatural» (sobre todo este último) en sí y en sus mutuas relaciones, lograron un avance decisivo sólo por obra de la gran Escolástica. Nominalmente de Tomás de Aquino y Duns Escoto. Estos conceptos se aquilataban al impulso de la metafísica y de la ética aristotélica y del robusto humanismo que tal filosofía con­ lleva. Pero, al propio tiempo, eran las ideas agustinianas sobre la gra- tuidad y el dominio absoluto de la Gracia las que servían de guía y contrapeso para no caer en un humanismo de tipo paganizante, pre­ cristiano. Dejando de lado las extremosidades luteranas, dentro del campo básicamente católico encontramos el decidido agustinianismo de Bayo y Jansenio. Ambos estudiaron los textos agustinianos con mayor ahínco y detenimiento que cualquiera de sus contrincantes. Pero también se reconoce que exacerbaron las afirmaciones de san Agustín en referencia al pecado original, a la naturaleza caída, a la gracia, al sobrenatural. En todo caso, aunque fueron buenos segui­ dores de Agustín, eran menos ortodoxos. En el análisis de estos autores AV se fija en estos aspectos. 1) En Bayo tiene lugar una identificación real, o al menos una indistin­ ción entre naturaleza y gracia, orden y destino natural y «sobrenatural» 5 Al no podernos demorar en el estudio de estos temas, damos el título de los mismos, español: Naturaleza y gracia en la teología del siglo xix. Naturaleza y gra­ cia en la teología de Guillermo de Auxerre y de Guillermo de Auvergne.

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