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36 DOMICIANO FERNÁNDEZ logos al magisterio y las iglesias locales al centro (p. 156). Ante esta situación, «algunos se preguntan si no estaremos encaminándonos hacia una cierta forma de integrismo eclesial, como sucedió en tiem­ pos de Pío X» (p. 157) 52. Termina este capítulo con estos interrogantes: «¿Hacia dónde nos lleva el Espíritu? ¿Se trata de volver hacia atrás, hacia una nueva Edad Media, hacia una nueva cristiandad, aprovechando las raíces cristianas de Occidente? ¿O se trata de reconocer los signos de los tiempos y de mirar hacia adelante y a lo lejos, como Juan XXIII pro­ ponía en su Diario espiritual pocos días antes de su muerte?» (texto del 24 de mayo de 1963) 53. 10. El Papa Juan Pablo II ha dicho más de una vez que «nin­ guna autoridad humana tiene el derecho de intervenir en la con­ ciencia de ningún hombre... Todos deben respetar la conciencia de cada uno y no tratar de imponer a nadie la propia “verdad”, respe­ tando el derecho de profesarla y sin despreciar por ello a quien piense de modo diverso. La verdad no se impone sino en virtud de sí misma»54. En TMA repite esta última frase más completa, que está tomada del Decreto sobre la libertad relgiosa del Vaticano II: «La verdad no se impone sino por la fuerza de la misma verdad, que penetra, con suavidad y firmeza a la vez, en las almas»55. Repite también con fre­ cuencia que el pueblo cristiano tiene derecho a que se le predique la verdad íntegra, y no hipótesis o ideologías. Estoy plenamente de acuerdo. Pero pienso que estos principios marcan una pauta que obliga a todos los cristianos, también al Papa. No se debe imponer la verdad por la fuerza. No se debe proponer una opinión o una verdad discutible como una verdad de fe. En la historia de la Iglesia se ha hecho esto con frecuencia. En Evangelium vitae afirma el 52 En nota remite a J. I. G onzález F aus , «En el 75 aniversario de La Sapinière», en Memoria de Jesús, memoria del pueblo, Santander, 1984, pp. 155-157. Téngase presente que V. Codina habla de la situación de América Latina,pero esaplicable a otras latitudes. 53 O. c., p. 159. 54 Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 1-1-1991; AAS 83 (1991) 411- 412; Ecclesia, n. 2508, 29 dic. 1990, p. 27. 55 Tert. mili, adv., n. 35; Dignit. hum., 1 c.

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