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34 DOMICIANO FERNÁNDEZ que pudiera definirse, rebajándola un poco, como teología de las encíclicas, para llegar a una mayor anchura del horizonte teológico. Teología de las encíclicas significa una forma de teología en que la tradición parecía lentamente estrecharse a las últimas manifestacio nes del magisterio papal. En muchas manifestaciones teológicas antes del Concilio y todavía durante el Concilio mismo, podía perci birse el empeño de reducir la teología a ser registro —y tal vez tam bién— sistematización de las manifestaciones del magisterio. El pro blema parecía ya suprimido de antemano con la solución, el sistema dominaba frente al acceso interrogante a la realidad misma»48. Precisamente éste es el defecto que yo vengo señalando desde mis años jóvenes: partir de las fórmulas del magisterio; partir de tesis que se suponen ya verdaderas para buscar argumentos que las prue ben. Es el llamado método regresivo, que tantos daños ha hecho a la teología. Es la teología del Denziger, o de las encíclicas, como la llama Ratzinger, que no piensa ni reflexiona sobre la realidad, sobre la expe riencia cristiana, sobre los frutos de vida espiritual que se pueden seguir de una nueva praxis, sino que sólo atiende a la norma, a la letra, a la fórmula. Se olvida la realidad, se prescinde de Dios y se interpretan las fuentes en función de las fórmulas del magisterio. La pneumatología se reduce a una función de la eclesiología, cuando debiera ser al revés: la eclesiología depende de la pneumatología, de lo que el Espíritu dice a las Iglesias (Apc 2, 7.11.17, etc.)49. Pero continúa el cardenal Ratzinger con otro párrafo que no me resisto a copiar: «El concilio, empero, manifestó e impuso también su volun tad de cultivar de nuevo la teología desde la totalidad de las fuen tes, de no mirar estas fuentes únicamente en el espejo de la inter pretación oficial de los últimos cien años, sino de leerlas y entenderlas en sí mismas; manifestó su voluntad no sólo de escu char la tradición dentro de la Iglesia católica, sino de pensar y recoger críticamente el desarrollo en las restantes Iglesias y confe siones cristianas; dio finalmente el mandato de escuchar los inte- 48 J. R a tzin g er , El nuevo pu eblo de Dios. Esquemas p a ra una eclesiología, Herder, Barcelona, 1972, pp. 318-319. La edición original alemana data de 1969. 49 Cf. W . K asper , Einführung in den Glauben, Mainz, 1972, p. 121.
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