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24 DOMICIANO FERNÁNDEZ ha estudiado hasta la saciedad y no es necesario hurgar más en este tema. Ya he indicado que a mi juicio su valor probativo es nulo. Lo llamativo es que Jesús aceptó que le acompañaran algunas mujeres (Le 8, 1-3) y le ayudaran con sus bienes. En las primitivas comunidades las mujeres desempeñaron algunas funciones impor tantes, como el presidir o tener un papel destacado en algunas comunidades (Filipos, Cencreas). Si la Iglesia hubiera seguido este camino iniciado por Jesús, no se habrían creado los problemas y la marginación de la mujer durante siglos 34. V. LECCIONES DE LA HISTORIA San Agustín escribió hacia el final de su vida (426/427) el libro de sus Retractationes, en el que corrige y perfila algunas de sus anti guas afirmaciones. En la Iglesia católica no es costumbre hacer retractaciones oficialmente de decisiones o sentencias erróneas, aun que últimamente se han hecho gestos muy significativos, como levantar la excomunión contra Miguel Cerulario o rehabilitar en cier to modo a Galileo Galilei. Algo es, aunque hayan pasado siglos antes de dar este paso. Lo que sí existe inevitablemente es un cam bio de opiniones, abandono de una doctrina insostenible que se juz gaba definitiva e irreformable, evolución doctrinal y mejora de fór mulas antiguas. El artículo de H. Waldenfels «Unfehlbar» 35 presenta en las páginas 152-154 algunos casos notables de afirmaciones o sentencias definitivas de la Iglesia que hoy son insostenibles. 1. El caso más escandaloso y el más citado es el del XVII Con cilio Ecuménico de Florencia en su decreto Pro Iacobistis del 4 de febrero de 1442. En uno de sus párrafos dice asi: «(La Iglesia) cree, profesa y predica que “nadie que esté fuera de la Iglesia católica” (nullos extra catholicam Ecclesiam existentes), no sólo los paganos, en pp. 67-68. Vuelve la cuestión de los Doce en Priestertum der Frau..., pp. 730- 731. Véase una exposición sobria del significado simbólico de los Doce en J. G nil - ka , Jesús de Nazaret. Mensaje e historia, Barcelona, 1993, pp. 230-232. 34 Cf. D. F ern ánd ez , «Ministerios de la mujer en el Nuevo Testamento», en Pro yección 42 (1995) 287-302. 35 Stz 214 (1996) 147-159.
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