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20 DOMICIANO FERNÁNDEZ que señala el mismo Concilio y las extensiones abusivas que se han hecho del objeto de la infalibilidad. La materia de las definiciones está delimitada objetivamente y no depende de la voluntad del Papa. Sobre todo hay que tener en cuenta que el Papa «goza de aquella infalibilidad de que está dotada la Iglesia». No se define la infalibili­ dad de la Iglesia a partir del Papa, sino al revés: se determinan los casos en que el Papa es infalible partiendo de la infalibilidad de la Iglesia, que es lo primero y lo principal25. Pienso que esta reflexión debe tenerse muy en cuenta. * Roma- ñus Pon tifex non est extra Ecclesiam, n ec super Ecclesiam, sed in E cclesia». Yo no me puedo imaginar un Papa fuera de la Iglesia o sobre la Iglesia, y no en comunión con toda la Iglesia, con los obis­ pos, con los teólogos/as y con todo el pueblo de Dios. Esto requie­ re diálogo, libertad de expresión, escuchar las opiniones ajenas. Si sólo habla uno y sólo piensa uno, la teología y la vida de la Iglesia se empobrece lastimosamente. La Iglesia es una comunión. Si no se ponen los medios para que lo sea de verdad, estamos errando el camino. La Carta del Papa y su interpretación rígida y vinculante no fue suficiente para aclarar dudas ni poner fin a las controversias. La prensa ponía títulos sensacionalistas: «Carpetazo definitivo a la orde­ nación de la mujer»2Ó; «El Vaticano dice no al sacerdocio femenino» («La Vanguardia»); «El Papa declara irrevocable la prohibición del sacerdocio femenino en la Iglesia» («ABC»); «El Papa envía a todos los obipos del mundo su declaración contra la ordenación femeni­ na» («ABC»). La Jerarquía y los teólogos reaccionaban de modo muy diver­ so. Los obispos aceptan sin crítica alguna el documento papal y los comentarios y respuesta de la CDF. Los teólogos examinan, ponde­ ran, critican o alaban algunas cosas de estos documentos. Para muchos la cuestión no está cerrada para siempre y deben seguir las 25 lbid. Firman el documento otros 18 teólogos españoles, gran parte de los cuales pertenecen a la misma Asociación de Teólogos Juan XXIII. 26 Ecclesia, n. 2764, 25 de noviembre de 1995, p. 21. Para no citar cada perió­ dico, los títulos y artículos que se mencionan a continuación pueden verse en Servi­ cio de prensa - Confer, n. 102, diciembre de 1995.

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