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PRELIMINARES METAFÍSICOS PARA UNA CONCEPCIÓN. 419 los Santos Padres, los directores de la misma fueron acusados de querer arruinar la teología tomista y sustituirla por una teología grie ga u oriental10. El Concilio Vaticano II con su Constitución De divi na revelatione, y la Instrucción sobre el estudio d e los Padres d e la Iglesia de la Congregación para la Educación Católica (1989), han conferido un gran impulso oficial a estos estudios. De ahí la impor tancia actual conferida a la Patrología. Los Padres no sólo han conservado fielmente el contenido de la Buena Nueva, sino que, valiéndose de la filosofía de la época y sin dejarse fascinar por ella, han facilitado la comprensión de la doctrina cristiana. La Iglesia considera infalible el un an im is con - sensum patrum en lo que se refiere a la interpretación de la Escri tura, de ahí la excepcional importancia de los escritos y las opi niones de los Padres. La tradición transmitida por ellos se admite como fuente de la fe 11. Los Santos Padres comprendieron la urgencia de una metafísica específicamente cristiana; también los Doctores de la Iglesia posterio res. Sus esfuerzos no han de resultar inútiles hoy, ni mucho menos sólo relegarlos a «historia», que cumple un rito académico. Su pensa miento vivo exige continuidad de investigación; y ésta en la línea metafísica afirmante de que la verdad existe y es susceptible de ser hallada y formulada. Porque si efectivamente creemos que Cristo es el camino, la verdad y la vida, lo es en toda dimensión humana; sobre todo la primigeniamente intelectual, cincelada por la investigación metafísica. Si creemos que el Cristo histórico es el Verbo, el Logos, la Inteligencia del Padre hecha carne, debemos, cuanto menos, sospe char que su redención liberó también los límites de nuestra inteligen cia humana, alcanzándonos con su gracia la posibilidad de descubrir el modelo cristiano; es decir, el suyo. Y formularlo. Nos dice san Pablo que nosotros poseemos el pensamiento de Cristo 12. No se puede poseer lo que no existe. ¿Dónde queda reco- 10 Cf. D al C ovolo et al., Per una cultura dell’Europa unita, Società editrice Intemazionale, Turin 1992. 11 Conc. Vat. I, 3, c. 2; cf. cardenal N ewman , Discussions and Arguments, II, 1; cf. J. Q u asten , Patrologia, I, BAC, Madrid 1968, pp. 13-14. 12 Cor 2, 16.
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