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444 M.a DOLORES MATEU MURISCOT reside en el homo spiritualis en virtud de que, desde el primer instante de su concepción, se da una intervención divina inme­ diata que consiste en la creación de su espíritu deitáticamente formado»62. Ser persona humana, pues, dentro de la concepción genética de la metafísica de Fernando Rielo, consiste en la constitución onto­ logica de nuestro ser por las Personas Divinas. Todo ser humano entonces es de linaje divino, porque es hijo de Dios. Este rango ontologico de la persona humana entra dentro del campo racional y es confirmado por la revelación de Cristo: «Dioses sois». Lo que hace la redención es devolver a la deidad humana toda la fuerza sobre­ natural que la presencia constitutiva del acto absoluto puede consu­ mar en una realidad creada. Todos los seres humanos quedan defi­ nidos por esta misma deidad, y no por una noción diferente: la sustancia, la razón, la voluntad, etc. La consecuencia que apuntábamos, confrontada esta concep­ ción genética de la persona con la que arroja la metafísica histórica de raíz no cristiana, es de nuevo confirmada: «La noción de persona se presenta a la razón definida por otra persona (P1= P2); en nin­ gún caso, bajo la razón de «sustancia». Esta reflexión filosófica recha­ za la definición boeciana: persona est naturae rationalis individua substantia -63. La manifestación de Cristo: Como tú, Padre, en m í y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros Qn 17,21) —fundamento revelado del axioma metafisico = P2) que forma la concepción genética del principio de relación de Fernando Rielo—, formula tam­ bién la definición de la persona humana en complementariedad con el modelo. «Que ellos también sean uno en nosotros », expresa la con­ génesis mística de nuestro ser con el Absoluto. Congénesis que es forma de nuestra relación ontologica constitutiva con las Personas Divinas. Esta forma de relación, como hemos visto, es filiada: somos hijos de Dios desde el mismo instante de nuestra creación y concep­ ción por el Absoluto. Esta revelación de Cristo, que confirma el dato 62 Ibid. 63 F. R ielo , Concepción genética de lo que no es el Sujeto Absoluto..., o. c., p. 114.

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