PS_NyG_1996v043n003p0413_0451

PRELIMINARES METAFÍSICOS PARA UNA CONCEPCIÓN. 431 persona divina que es Cristo, Verbo del Padre; el contenido de su revelación es el modelo metafísico que fundamenta la concepción genética de la persona que aquí introducimos. Es, pues, el sujeto absoluto quien define, y no, por cierto, en términos boecianos. Si cada una de las personas fueran sólo defini­ das como naturae rationalis individua substantia, podrían estable­ cerse seguramente, dentro del campo de la razón, dos sustancias absolutas que se erigirían en dos sujetos absolutos sin ninguna forma de relación posible; del mismo modo, en el ámbito revelado tendríamos tres sustancias absolutas irrelacionables: «Mi concepción genética de la metafísica aparece formada por un axioma: en el orden racional, de dos personas en complemen- tariedad intrínseca (Pj = P2); en el orden revelado, de tres perso­ nas en complementariedad intrínseca (Pj = P2 = P3). Esta constitu­ ción absoluta de las personas tiene, naturalmente, un contenido: su ser singular (Sj = S2, en el orden racional; Sj = S2 = S3, en el orden revelado); de otro modo, serían vacías. La característica fun­ damental de este axioma reside en que su congenitud es absoluta en virtud de que las personas divinas se constituyen entre sí de tal modo que Pj es todo en P2 y P2 es todo en Pr El símbolo de su complementariedad intrínseca afirma su distinción real con la misma fuerza que su unidad de naturaleza. El enunciado es exacto: las personas divinas, con sus lugares ontológicos propios (“1”, “2”, “3”), se constituyen entre sí en tal grado que no existe una realidad intermedia, inferior o superior, diferente de la noción de “persona”»42. Sintetizaremos ahora lo dicho hasta aquí, para seguir después brevemente con una aplicación del modelo genético al concepto de persona humana. Esto es, esbozaremos la concepción genética de la persona humana que se desprende de esta concepción genética del principio de relación. 42 F. R ielo , La persona no es ser para sí ni para el mundo, o. c., pp. 95-96. «La congenitud absoluta es la concepción genética de la sustancia constituida a nivel racional por dos seres personales (P2= P2) y a nivel revelado por tres seres persona­ les (Pj = P 2 = P3). Esta congenitud hace que las personas divinas sean congénitas; esto es, constituyen una misma sustancia». Ibid., p. 96, n. 7.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz