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430 M.a DOLORES MATEU MURISCOT Así, la expresión adecuada no es sólo S —ser— , o P —perso­ na— , sino S(P) — leemos «ese de pe». Esto es: ser personal. Mas el ser personal, como nos descubre Cristo, no es metafisicamente de uno solo, sino de dos en relación genética. La expresión, pues, siem­ pre es SjCPj) —ese sub uno de pe sub uno— , y S2(P2) —ese sub dos de pe sub dos— en relación complementaria. Podemos argumentar aún porqué, dentro de la concepción genética del principio de relación, se usa la expresión metafísica Sj = S2 tanto como la expresión teológica = P2: ambas responden al mismo modelo. En la concepción genética del ser, al rechazar a éste como un abstracto, se le concibe de inmediato lleno de conte­ nido personal. Esto es: el ser dícese de la persona, o no es. La concepción genética de la persona es, pues, de dos seres personales: SjCPj) y S2(P2), unidos intrínsecamente en relación de complementariedad: SjCPj) = S2(P2) 41. La persona, por tanto, no es ya en esta concepción metafísica un concepto simpliciter, sino genético. Esto es, no es un término ontologico ya dado que precise a otro para su definición —aunque ese «otro» sea sí mismo, discurso éste propio de la identidad. La per­ sona se constituye intrínsecamente en relación personal, o no es persona. Se define en su misma constitución relacional. La concep­ ción genética de esta relación desecha que exista Pt sin P2, o P2 sin Pjj son inmediatamente ambos unidos, o no son. Esta intrínseca complementariedad, expresada lógicamente como S^P j) f S2(P2), es expresión del axioma metafisico; hablamos por tanto en términos de absoluto. Es al Sujeto Absoluto a quien se refiere —ámbito racional— el modelo metafisico. La persona huma­ na halla en él su definición; no a la inversa. No es la persona humana quien define, entonces, por hallazgo racional alguno a las personas divinas —modelo fisicalista— , sino que una de las personas divinas, la segunda (P2), revela ser junto al Padre (Pj), único Sujeto Absoluto del principio de relación en que se constituyen ambos (Pl = P2). La revelación histórica la verifica la 41 F. R ie lo , Concepción genética de lo que no es el Sujeto Absoluto, o. c., pp. 102-103.

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