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346 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ Ahora bien, Dios si es, por una misma razón es absolutamente Dios y este Dios, por ser completamente simple»48. Me parece muy significativo y, en todo caso, digno de ser ana lizado en detalle el hecho de que la identidad de «essentia» y «esse» en Dios es interpretada bajo el punto de vista de esta identidad de lo universal y de lo singular: «En segundo lugar, hay que tener en cuenta que la palabra soy es aquí predicado del enunciado cuando afirma: yo soy, y es según el modo adyacente. Lo cual, cuantas veces ocurra, significa el ser puro y desnudo en el sujeto y acerca del sujeto, y significa el ser mismo como sujeto, es decir, la esencia del sujeto, o sea, que lo mismo es la esencia y el ser, lo cual es propio sólo de Dios, cuya quiddidad es su existencia, como dice Avicena (Met., VIIL, c. 4, 99ra), y no tiene quiddidad fuera de la sola existencia signifi cada por el ser». «En Dios, por el contrario, donde la existencia es la quiddidad misma se responde convenientemente a quien pre gunta quién o qué es Dios, que Dios existe»49. Ya he mencionado que el tema estaba como gravitando en toda la exposición de Eckhart. Probablemente no meditó ampliamente sobre él. En todo caso, vemos en el texto citado una formulación precisa de lo que, en mi opinión, constituye el núcleo de toda la Metafísica, de la antigua y de la moderna. Que, de esta forma, Dios es concebido como totalmente vuelto sobre sí mismo, como radica do y polarizado en torno a su estricta individualidad, parece obvio. 48 «... si eodem aliquis et homo esset et hic homo, necesse esset ipsum solum et unicum esse hominem. Sed deus, si est, eodem penitus est et deus est et hic deus est, cum sit simplicissimum» (LW II, 104,9-11). 49 «Secundo notandum quod li sum est hic praedicatum propositions, cum ait: ego sum , et est secundum adiacens. Quod quotiens fit, purum esse et nudum esse signfìcat in subiecto et de subiecto et ipsum esse subiectum, id est essentiam subiec- ti, idem scilicet essentiam et esse, quod soli deo convenit, cuius quidditas est sua anitas, ut ait Avicenna (Met., VIII, c. 4, 99ra, 18 ss.), nec habet quidditatem praeter solam anitatem, quam esse significato (LW II, 21,1 ss.; Eckhart comenta el «Ego sum qui sum» de Ex 3,14). «In deo autem, ubi anitas est ipsa quidditas, convenienter respondetur quaeren- ti, quis aut quid sit deus, quod “deus est”» (I. c., 24,5-7).
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