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UNIDAD Y REFLEXIÓN 345 Si bien en este contexto Eckhart no afirma explícitamente que las cosas son modos de una única sustancia, el lenguaje empleado parece inclinarse hacia esta concepción: «Sintetícese y fórmese la razón así: los analogados no tienen en sí nada radicado positivamente de la forma según la cual se analogan, sino que todo ente creado se analoga a Dios en el ser, en la verdad y en la bondad. Por tanto, todo ente creado tiene de Dios y en Dios, no en sí mismo, como ente creado, el ser, el vivir, el saber positiva y radicalmente. Y de este modo siempre está comiendo, en cuanto que es producido y creado y, sin embargo, siempre tiene hambre porque, permanentemente, no es desde sí mismo, sino desde otro»47. Sería equivocado afirmar que Eckhart anticipa la doctrina de Spinoza. Más justo sería decir que ésta no es tan sorprendente, si se intenta sopesar la tradición. 22. DIOS COMO IDENTIDAD DE LO UNIVERSAL Y DE LO SINGULAR Si hubiera que preguntarse por la raíz última de la indistinción, propia y exclusiva de Dios, tanto en sí mismo como en su relación con las cosas, habría que decir que es la unidad misma de modo inmedia­ to, pero que esa unidad es considerada concretamente, es decir, como identidad plena de la máxima universalidad y de la máxima singulari­ dad. Pues es de esta forma como en Dios queda de antemano supera­ da cualquier alteridad y, en consecuencia, también toda oposición: «... si por la misma razón alguien fuera hombre, y fuera este hom­ bre, sería necesario que él mismo fuera el solo y único hombre. 47 «Colligatur et formetur breviter sic ratio: analogata nihil in se habent positi­ ve radicatum formae secundum quam analogantur. Sed omne ens creatum analoga- tur deo in esse, veritate et bonitate. Igitur omne ens creatum habet a deo et in deo, non in se ipso ente creato, esse, vivere, sapere positive et radicaliter. Et sic semper edit, ut productum est et creatum, semper tamen esurit, quia semper ex se non est, sed ab alio» (LW II, 282,1-6).