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338 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ Es evidente que entre la indistinción y la distinción, entendidas ambas como características formales, no hay ni puede haber cone­ xión o punto de contacto alguno. Igualmente se comprende sin más la disimilitud entre lo infinito y lo finito o entre lo que está más allá de todo género y lo que, por el contrario, se halla enclaustrado en un género determinado (cf. LW II, 110,7 s s .- lll ,l s). En la segunda tesis, Eckhart adopta un tipo de argumentación distinto. Si en el primer caso se centra en las características de Dios, indistinto, infinito y «extra omne genus», ahora parte de la conside­ ración de la criatura en cuanto tal. Con otras palabras: no Dios propiamente es semejante a la cria­ tura, sino que la criatura es semejante a Dios, en cuanto que «tiene y recibe el ser única y exclusivamente de su ordenación y respecti- vidad a lo otro»; más aún, en cuanto que «su ser total proviene com­ pletamente de otro y está conformado como imagen del mismo» 3<s. Bajo el mismo aspecto hay que entender la referencia a los tras­ cendentales en este contexto. Si las cosas son, y si son unas, verda­ deras y buenas, es evidente que estas características sólo las poseen por su relación a Dios, a quien compete con propiedad y en pro­ piedad el ser, la unidad, la verdad y la bondad, como ya hemos visto. Eckhart hace, en este contexto, extensiva a las cosas mismas la afirmación de que «en Él vivimos, nos movemos y somos» (cf., /. c., 111,13 ss.-112,l). Hasta aquí no parece que haya innovación alguna respecto, p. ej., de la doctrina de santo Tomás, para quien se puede hablar de una relación real de las cosas a Dios, pero no al contrario 37. Y, en consecuencia, Dios mantiene una distinción neta respecto de las cosas, por más que éstas sean semejantes al Él. La innovación propiamente está en la simultaneidad de dese­ mejanza y semejanza, vistas ambas como radicadas en la indistin­ ción de Dios. Se pueden afirmar simultáneamente las dos cosas, por­ que la: 36 «Quid enim tarn simile alteri quam id, quod se toto habet esse et accipit esse ex ipso ordine et respectu ad alterum, cuius totum esse est ab altero deductum et esemplatum? Et sic se habet creatura ad deum» (LW II, 111,5 ss.). 37 5. Th., I, 13, 7.

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