PS_NyG_1996v043n001p0283_0352

UNIDAD Y REFLEXIÓN 321 petencia con el principio positivo, como si tuviéramos que ver con la conceptualización de un maniqueísmo originario. La nada no es en modo alguno. Bajo este aspecto tampoco es negada, si se entendiera que la negación incide sobre algo previamen­ te dado. Negación de la nada quiere decir, más propiamente, exclu­ sión de la nada, exclusión de la negación del ente en su totalidad. Supuesto este significado primario de la «negación de negación» conviene, sin embargo, anotar los aspectos siguientes: en primer lugar, aunque la nada no es en modo alguno y está de todo punto excluida, como incompatible con la afirmación del ser, hay que decir que la nada está presente no ciertamente como tal nada, sino bajo la forma de negaciones determinadas. La negación es la forma de presencia de la nada entre las cosas. Agudamente dice Eckhart que «toda negación sabe a nada». Dicho de otro modo, la nada no tiene significado alguno en relación con el ser mismo, sino con los seres finitos y determinados, en cuanto que todos ellos están penetrados por el no-ser. Bajo este aspecto, la negación, entendida como acción de negar esto o aquello, se funda en el no-ser de las cosas mismas. Sobre este aspecto volveremos en el apartado siguiente. Quede aquí, en todo caso, flotando la idea de que Eckhart da un especial relieve al con­ cepto tradicional de «contingencia» de las cosas. Aunque la nada no es, las cosas están sin embargo amenazadas constantemente por la nada y avocadas a la nada. Otro aspecto es preciso tener en cuenta. Aunque la unidad es primariamente negación de la negación absoluta o de la nada, inclu­ ye igualmente, y de antemano, la negación de toda negación; tam­ bién, por consiguiente, de la «negación determinada» en el sentido habitual. Ello no supone que la unidad sea una suma de afirmaciones parciales, sino todo lo contrario. Al fundarse la negación de la nega­ ción determinada en la negación de la negación absoluta, la exclu­ sión de la negación determinada tiene lugar de antemano, previa­ mente a la constitución de ningún ser determinado y también a la posibilidad de la misma negación determinada. Esto no es contradictorio ni representa tampoco un mero juego de palabras, si se tiene en cuenta que la negación de la negación

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz