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UNIDAD Y REFLEXIÓN 313 Pero esto mismo es válido para el «esse», en cuanto presente en el ente. Es decir, el principio general consiste en que el «esse», como tal, no admite ningún tipo de distinción ni en sí mismo, en su pure­ za, ni en su relación con el ente. Es lo que se expresa al afirmar que el «esse» no se puede contar, al modo como es contable o nume­ rable el ente. La razón, implícitamente aducida, es obvia: si, como ya hemos visto, el ente es, y es lo que es en virtud del «esse», no podemos poner a éste en una misma serie con aquél, pues en ese caso convertimos al ser en ente y desposeemos a éste de su razón. El ente no puede ser aquello en virtud de lo cual es justamente ente, como tampoco lo contable puede ser aquello en virtud de lo cual se cuenta, o como lo formado no puede ser la forma. Por otra parte, es obvio que la distinción entre el «esse» y el «ens», al igual que entre la forma y lo formado, es una distinción peculiar. No puede ser, en efecto, una distinción que literalmente «media» entre el ser y el ente, ya que entre ambos no puede haber interme­ dio, puesto que en caso contrario se supondría que entre el ser y el ente hay un algo extraño al ser mismo, lo que es de todo punto imposible. Quede aquí de momento este difícil problema, sobre el que volveremos más adelante. Es claro, en todo caso, que Eckhart sigue un tipo de argu­ mentación parmenidiano. De otra parte, cuando Heidegger afirma que el ser se distingue del ente por sí mismo, se está ajustando a un esquema bastante similar al del Maestro Eckhart (para una mayor explicitación, cf. Fischer, 59 s.). Respecto de la función de forma que tiene el «esse» véase, aparte de Fischer, /. c., el texto siguiente: «Pues no se ha de considerar que el ser no sea por sí y total­ mente en cada ente, sino alguna parte del ser mismo. En efecto, una parte del ser no es ser ni, por consiguiente, da el ser, del mismo modo que una parte del hombre no es hombre, y así res­ pecto de cada una de las cosas»23. 23 «Non enim putandum est quod esse non sit se toto in quolibet ente, sed pars aliqua ipsius esse. Pars enim esse non est esse nec per consequens dat esse, sicut nec pars hominis est homo, et sic de singulis- (LW II, 143,9-11).

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