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UNIDAD Y REFLEXIÓN 309 Eckhart intenta sacar todo el partido posible a la partícula «ego» —no sólo al interpretar el «ego sum qui sum»— . El «esse» tiene un carácter personal y consciente, es un «intellectus>* infinitamente con­ centrado sobre sí mismo: «... (Dios) es una sustancia que por sí misma está toda ella en sí misma, y toda “en cada elemento de sí”, no radicada en nada ni mezclada con nada. Por lo cual vuelve sobre sí misma con vuel­ ta completa... El término yo (se refiere a la frase “ego quasi vitis fructificavi suavitatem odoris”, Eccli 24,23) expresa la sustancia sin accidente alguno. Más aún, en ella, y por ella misma, el accidente pasa a ser sustancia. La razón es porque el ser de todos los acci­ dentes (que están) en el sujeto es idéntico con el ser mismo del sujeto. Ahora bien, en el ser primero, el ser es la sustancia misma; luego en Dios todo accidente pasa a ser sustancia... El término yo no significa esta o aquella sustancia, sino la sustancia pura y sim­ ple. Tampoco significa una sustancia que esté en el género de la sustancia, sino algo más alto, y por consiguiente anterior, que incluye las perfecciones de todos los géneros... De tal sustancia significada por el término yo, no es capaz ni es digno este mundo, sino sólo el entendimiento, y éste no en cuanto naturaleza o ente de la naturaleza, sino en cuanto algo superior a la naturaleza»19. A la máxima comprensión del ser corresponde, como hemos visto, su máxima extensión. Y como ésta no tiene lugar en cuanto simple aplicación a la totalidad de los seres previamente existentes, sino como raíz legitimadora y fundamentante (razón suficiente y causa eficiente) de los mismos, es decir, en cuanto expresión de la 19 «... (deus) est substantia se tota stans in se ipsa tota et “in quolibet sui”, nulli innixa, nulli permixta. Propter quod redit super se “reditione completa”. ... li ego (se refiere a la frase: “ego quasi vitis fructificavi suavitatem odoris”, Eccli 24,23) dicit substantiam sine omrii accidenti, quin immo accidens in ipsa et per ipsam tran­ sit in substantiam. Ratio est quia omnium accidentium in subiecto est idem esse cum ipso esse subiecti. In primo autem esse est ipsa substantia; ergo omne accidens in deo transit in substantiam... li ego non significat substantiam hanc aut illam, sed substantiam meram simpliciter... nec substantiam significat, quae sit in genere subs­ tantiae, sed quid altius et per consequens prius, includens perfectiones omnium generum... substantiae ut sic, quam li ego significat, non est capax hie mundus nec dignus, sed solus intellectus; nec hie in quantum natura sive ens naturae, sed in quantum altius quid natura» (LW II, 239,1-240,3).

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