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308 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ del sujeto ni por la ordenación al sujeto, sino por ordenación a lo opuesto del mismo»17. Importa retener que esta identidad de los atributos con Dios —que tiene su raíz en que el ser es la esencia misma de Dios— se traduce en la suficiencia singular. Ser y esencia no son sólo «idem», sino «hoc ipsum», es decir, singularidad. Es pues claro que tiene lugar una coincidencia entre la máxima universalidad y la máxima singu­ laridad: «Además, también la sustancia misma de Dios, debido a su suficiencia singular, es una cualidad y adquiere la razón y la pro­ piedad de la cualidad y ejerce para el mismo Dios las veces de la cualidad. Dios, en efecto, en virtud de su sustancia misma es “cual”, p. ej., sabio, bueno, etc., pero en virtud de su sustancia no está relacionado»18. En este contexto, en que se afirma la identidad del ser y de Dios entendida como el «paso» de propiedades o atributos a la sus­ tancia, está en juego una idea que, como veremos, se nos revelará como fundamental en otros momentos de esta investigación. Si los atributos pasan a la sustancia es porque ésta, en razón de su propia suficiencia, hace que aquéllos reviertan sobre ella. Es decir, la sus­ tancia tiene el carácter de la reflexión sobre sí, es pues de índole intelectual. 17 «... Omne accidens subiecto et in subiecto habet unum esse cum subiecto et ipsum esse subiecti, etiam si mille essent accidentia. Ipsorum enim esse est inesse, subiecto scilicet. Et iterum ipsorum esse est in esse subiecti. Non enim habent aliud esse nisi in ipso esse subiecti sui». •In deo autem idem est et hoc ipsum esse quod essentia sive substantia. Igitur omnia praedicamenta accidentalia in deo transeunt in substantiam secundum genus suum et modum praedicandi, quam sortiuntur a subiec­ to et ex habitudine ad subiectum. Relatio autem sola non sortitur genus suum prae- dicamentale a subiecto nec per ordinem ad subiectum, sed potius ad illius opposi- tum» (LW II, 69,9-70,2; cf., /. c., 72,2-4; la cursiva es mia). 18 «Iterum etiam substantia ipsa in deo ex sufficientia sua singulari est quali- tas et sortitur rationem et proprietatem qualitatis et est ipsi deo pro qualitate. Deus enim sua ipsius substantia est qualis, puta sciens, bonus et nuiusmodi, non autem sua substantia est relatus» (LW II, 74,9-12).

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