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298 MARIANO ÁLVAREZ GÓMEZ La razón de ello es muy simple. Si bien Dios presenta las carac terísticas indicadas, éstas llevan el marchamo del ser mismo, es decir, se legitiman desde el punto de vista del ser. Sin que Eckhart esté, en modo alguno, considerando al ser como causa de Dios, sí es lícito afirmar en todo caso que el ser se presenta como el «fun damento»» de Dios, en cuanto que es la «razón» por la que Dios es lo que es. Ello explica que Eckhart afirme, no simplemente que Dios es el ser, sino que el ser es Dios, fórmula ésta que, al menos por lo que yo sé, es del todo ajena a santo Tomás, quien no obstante sos tiene que la característica fundamental de Dios es el «esse subsis- tens». Con la afirmación: «esse est deus» se acentúa un aspecto —el ser como razón o como fundamento— que no queda patente en la simple tesis de la identidad entre Dios y el ser. Esto mismo se confirma en el argumento siguiente, que es la explicitación del anterior. El supuesto, en este caso, es que las cosas tienen su ser de Dios. Pero, en realidad, lo único que puede hacer comprensible esta idea es la consideración de que todo debe al ser tanto el hecho de que sea como aquello mismo que es. Y, por esta razón, si queremos atribuir a Dios esta misma función, habrá que identificarlo con el ser. Lo primario es, también en este caso, el con cepto mismo del ser: «Además, todo lo que es tiene por el ser y del ser tanto el que sea como lo que es. Por tanto, si el ser es otro que Dios, la cosa tiene el ser de otro que Dios» 10. El tercer argumento está estructurado de la misma forma que los anteriores. El supuesto teológico, en este caso, es que Dios es creador y, en consecuencia, produce las cosas «ex nihilo». Pero la razón de esto, es decir, lo que lo hace comprensible es el concepto mismo de ser. Pues si en virtud del ser las cosas son, y son lo que son, esto implica que las crea, ya que con «anterioridad» al ser no hay sino la nada. 10 «Praeterea: omne quod est per esse et ab esse habet, quod sit sive quod est. Igitur si esse est aliud a deo, res ab alio habet esse quam a d eo (LW I, 157,5 s.).
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