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EL OTRO EN LA FENOMENOLOGÍA TRASCENDENTAL DE E. HUSSERL 1. LA PRESENCIA DEL EGO E. Husserl escribe: «Yo tengo conciencia de un mundo que se extiende sin fin en el espacio, que tiene un desarrollo sin fin en el tiempo. ¿Qué quiere decir: yo tengo conciencia de ello? Que yo lo descubro por una intuición inmediata como existente (ais dasein- de), yo tengo experiencia de él para verlo, tocarlo, oírlo, según los diferentes modos de percepción sensible. Las cosas corporales están simplemente allá para mí con una distribución espacial concreta «l. El mundo de la actitud natural no es sólo un mundo primitivo, anterior a toda idealización, un mundo que no puede confundirse con el mundo de la vida, sino que es el mundo de las cosas corpo­ rales situadas en el espacio y tiempo infinitos junto con la ontologia que lo acompaña, por la cual la cosa percibida retorna a una ver­ dad psíquica que sus apariencias sensibles disimulan. La conciencia es el residuo absoluto de la reducción fenome­ nologica y de ella surgen todos los fenómenos de los que se puede dar cuenta. La búsqueda de lo estrictamente fenoménico hace arran­ car la serie de reducciones que caracterizan el método fenomenolo­ gico husserliano. La reducción suprime lo que no es fenómeno en sentido riguroso y da primacía al fundamento en relación con lo fundamentado. Reducir seres de cualquier clase quiere decir que van a ser investigados según sea su orden o constitución presencial, y que se van a indagar sus conexiones y estructuras en tanto fenómenos. 1 Edmund H usserl , Meditaciones Cartesianas, FCE, Madrid 1985, § 8, p. 60. En adelante se citará como MC, seguido del parágrafo y página de la edición.

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