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ONTOLOGÌA Y «SER SALVAJE. EN M. MERLEAU-PONTY 217 de la metodología utilizada con este fin. Se trata ahora, pues, de mostrar esta dimensión novedosa y la eficacia de la labor metódica que hizo posible desvelarla. 1. Nuestra investigación comenzó ubicándose en el último tipo de lectura hermenéutica pontyana indicado en la introducción. Un tipo de lectura que operaba sobre la filosofía del pensador francés, considerándola desde una perspectiva sistemática-global, por un lado, e inacabada, por otro. Desde la perspectiva sistemática-global se llevaba a cabo una explicitación ontologica en régimen genético- evolutivo que, partiendo de la estructura del comportamiento huma­ no, concluía en el Ser en su estado primigenio bruto o salvaje. Tal explicitación ontològica, con la muerte de nuestro filósofo —según ya indicamos también en la introducción—, quedó interrumpida, inacabada. De este modo, con su muerte, M. Merleau-Ponty pareció dejar, como legado, un hontanar del que podían brotar nuevos cau­ ces ontológicos. Pero tal legado, ¿no sería un falso espejismo, dado que la ontologia pontyana deliberadamente, según nuestro criterio, no quiso concluir en nada concreto y determinado? Dentro de esta panorámica, nuestra inflexión novedosa ha con­ sistido en trazar primero la cartografía del sistema filosófico pontya- no, caminando circularmente de los seres al Ser. De lo visible, obje­ to de la percepción, a lo invisible, al Ser en su estado latente bruto o salvaje. De esta manera, en un segundo momento, fueron apare­ ciendo como una suerte de hitos que marcaban nuestra andadura. Eran las categorías de carne, arte, lenguaje. Tales categorías fueron desveladas a través de un ejercicio metodológico que hubo de seguir la génesis y el desarrollo de sus contenidos correspondientes. Obtuvimos así, al final de dicho ejer­ cicio, una visión del sistema pontyano y de las funciones que, en el interior del mismo, competían a cada una de estas categorías. Pero, entonces, resultaba que esta visión global la percibíamos siempre como in fieri: desde su propia inmanencia hacia una transcenden­ cia de sí misma, nunca alcanzada, ante la imposibilidad de perder los seres su propia inmanencia. Además, el fier i de esta andadura se construía de manera continuada con elementos contrapuestos (cuerpo-alma, materia-espíritu, realismo-idealismo, Cogito-res exten­ sa, etc.) que eran unificados siempre en un nivel superior mediante

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