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ta, desarticulada de la relación ontologica fundamental. Lo origina­ rio ya no hay que colocarlo detrás de nosotros, en un comienzo absoluto. Lo originario estalla y la filosofía tiene que acompañar este estallido, esta no-coincidencia, esta diferenciación 95. Ser es diferen­ ciarse, pero desde una indiferenciación inicial, desde un «ser salvaje» que contiene toda diferenciación. La renuncia a un Absoluto originario se hace en favor de un pensamiento lateral sin lugar previo donde se pueda ob-jetivar, uni­ ficar el ser en términos de identidad absoluta o de absoluta nega­ ción. Para expresar esto, Merleau-Ponty utiliza entonces nociones como «dimensión», «articulación», «nivel», «bisagra», «configuración» en sustitución de las de «idea», «espíritu», «representación». El problema paradójico Cogito, res extensa , se traslada a la dua­ lidad visible e invisible. El filósofo ha de colocarse, como el hombre natural, en sí mismo y en las cosas, en él y en el otro, en el punto en que, por una suerte de quiasma, se vuelve en los demás y en mundo 96. A este respecto, la significación, el sentido, pues, no podrá venir del mundo ni de nosotros, ya que ambos son despliegue de su interioridad y la exterioridad repliegue en la interioridad. Hay una modulación del ser en el seno de su indivisión. «... la apertura al mundo... evoca, más allá del punto de vista del objeto y del punto de vista del sujeto, un nudo común que constituye el serpenteo, el ser como serpiente, la modulación del ser en el mundo»97. Es, pre­ cisamente, esta modulación la que contradice la presencia del Abso­ luto. La auténtica verticalidad o transcendencia del ser es, por tanto, «identidad en la diferencia», presencia profunda que se resiste a un desvelamiento total. Se nos ofrecen, así, en su misma dimensionali- dad, ausencia-presencia oHginarias. Lo auténtico Absoluto tiene que ser quien verdaderamente nos rebase, inaccesible a la razón, indes­ cifrable. El Invisible está ahí sin ser objeto. Es la pura transcenden­ cia sin máscara óntica. Lo que constituye, entonces, lo visible es la ausencia de la invi- sibilidad, de la pura transcendencia. Hay, por ello, que desituar lo on to lo g ìa y - ser salvaje » en m . MERLEAU-PONTY 215 95 O. c., 165. 96 O. c., 212. 97 O. c., 247.

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