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ONTOLOGÌA Y «SER SALVAJE» EN M. MERLEAU-PONTY 211 fundamento ontológico. De este modo se mantenía intacto el proble­ ma: ¿lo visible era uno o múltiple?, ¿el Ser estaba constituido por los entes o los entes no eran expresión más que de un único Ser? Por tanto, ¿había un solo fundamento o varios? En última instancia, ¿el fundamento pertenecía al mundo de la percepción humana o había que buscarlo más allá, «fuera de ella misma? Pero en este último caso, ¿no habría que descender verticalmente desde el ser epistemológico hasta el ser abismal, el ser en bruto o salvaje de lo primigenio? 2. MALEBRANCHE Y EL DUALISMO CARTESIANO Mérito, sin duda, cartesiano fue meter el Cogito en el «yo», iden­ tificándolo con la percepción y existencia misma del «yo». No lo fue tanto, según Merleau-Ponty, el haber opuesto este Cogito al mundo, la res ex tensa. Esta dualidad contrapuesta cartesiana, a la hora de buscar su fundamento, le obliga, para mantener la unidad de la con­ ciencia percipiente del «yo» y del mundo, a un Absoluto, situado «fuera» de la misma dualidad 90. Este planteamiento es rechazado, concretamente, por Merleau-Ponty, al señalar que la conciliación entre el Cogito y la res extensa se debe realizar en el Ser. Pero, ¿qué Ser? ¿El del Cogito o el de la experiencia? Alternativa a este buscar el fundamento en un Absoluto fuera de la dualidad cartesiana es la de meter este Absoluto dentro del mismo Cogito. Fundamentar la racionalidad (orden epistemológi­ co) en la racionalidad misma. El problema entonces sería la unifi­ cación en la experiencia del Cogito de la experiencia de la res ex ten sa. A este propósito, Merleau-Ponty comenta la interpreta­ ción que de Descartes lleva a cabo Malebranche. A) LA INTERPRETACIÓN CARTESIANA DE MALEBRANCHE Según éste, la afirmación cartesiana de Dios no es un término que fije y resuelva el problema, sino el punto de partida de una 90 Para seguir el discurso pontyano en relación con la alternativa a la solución cartesiana, ver S. N. S., 189- 190.