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ONTOLOGÌA Y «SER SALVAJE» EN M. MERLEAU-PONTY 201 este sentido dinámico: avénement, surgissement, fission, phénomé- ne, apparition , rayonnement. B) A specto dinám ico del S er El Ser, incluso, no es sino el mundo apareciendo 73. No es el mundo de hecho, sino lo que hace que el mundo sea: es la factici- dad. El Ser no es algo positivo en sí, sino aquello por lo que hay algo. El fenómeno —el mundo— es manifestación y realización del ser. Es el campo del ser. El ser es, por consiguiente, la Naturaleza. Pero esto no nos permite afirmar que la ontología de Merleau-Ponty sea una especie de filosofía naturalista, ya que la Naturaleza, según él la entiende, no es naturaleza material, sino su fundamento, el suelo de ésta. De hecho, es la «carne» del mundo, el origen último del mundo sensible y del sujeto sentiente. El Ser, para nuestro autor, es una especie de sensible primigenio ontológicamente anterior al sensible propiamente dicho. La Naturaleza es la presencia activa entre el sujeto y las cosas, y este quiasma, este logos bruto o salvaje, es el resultado de una dehiscencia del Ser. El Ser o la Naturaleza es la articulación entre sentiente y sensible. Creemos que las nociones de Ser como c|)úaig surgimiento y como Xóyog o quiasma sentiente-sensible están muy ligadas. Desde esta perspectiva, todo aparecer es un devenir, y todo suceso, un advenimiento. La aparición del ser bruto inaugura una historia universal en la que el pensamiento es, en un sentido logos o articulación suprema. En todo este esquema, la noción de carne permite fundamen­ tar toda la ontología pontyana, porque le sugiere que no somos nosotros los que percibimos o pensamos, sino que es el Ser quien se piensa en nosotros. La conciencia perceptiva no es en referencia al mundo sino que es de su propia carne. Conciencia y mundo son un todo único. La conciencia sensible es lo invisible de lo visible. Hay que comprender, afirma Merleau-Ponty, que la visibilidad lleva 73 «surgissant du polymorphisme»; también en V. /., 260.