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172 M.a LUISA G. GARCÍA de concepto, espíritu, representación por las de dimensión, articula­ ción, configuración. Todas las nociones de la psicología designan «diferenciaciones de una sola y total adhesión al Ser». Esta ontologia indirecta y estructural debería presentarse como una ontologia de lo sensible. Una ontologia que querría así escapar del callejón sin sali­ da inherente a la división inicial entre sujeto y objeto 3. Esto es suficiente para indicar en qué dirección el último Mer- leau-Ponty planteaba sus interrogantes y en qué tipo de nociones fundamentaba sus esfuerzos. La explicitación ontologica, que se proponía emprender, no contradecía los proyectos de la Phénom é- n o log ie d e la P ercep tion . Las nociones de diferencia, estructura, significado, retoman en una síntesis original aspectos sugerentes que vienen, a la vez, del Gestaltismo , del estructuralismo de Saus­ sure y de la fenomenología husserliana 4. Ésta no es otra que el cuerpo. 1. LAS NOCIONES FUNDAMENTALES Para Merleau-Ponty la reducción fenomenológica es, a la vez, crítica de los prejuicios clásicos y puesta al día del sentido de la experiencia. Un aspecto implica el otro, porque en el mundo cultu­ ral en el que vivimos hay que mostrar cómo los prejuicios de la ciencia (empirismo o realismo) y los del análisis reflexivo (intelec- tualismo o idealismo) desfiguran la experiencia. Por otro lado, sólo la correcta explicitación de lo vivido permite captar aquello de lo que las teorías clásicas no se dan cuenta. Merleau-Ponty nos dice que el primer acto filosófico consistiría en volver al mundo vivido más acá del mundo objetivo, puesto que es en él en el que podemos reencontrar los fenómenos y el origen de toda experiencia viva, a través de la cual el otro y las cosas se nos dan en sí, libres de cual- firme et retrouve l’idée de la perception comme écart par rapport à un niveau, c’est- à-dire l’idée de l’Être primordial de la convention des conventions». 3 V. /., 277, 324 y 160-164, 169-170, 225-226. Igualmente, consultar a X. T iluet - te , Merleau-Ponty ou la mesure de l’homme, Seghers, Paris 1970, 115-116. 4 En lo que concierne a la pregunta clásica «¿continuación o ruptura?», ver tam­ bién la obra citada de T iluette en pp. 88-101 y 105-107.

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