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166 ADRIÁN SET1ÉN pastoral en las poblaciones grandes. Siempre existirá esta disculpa. Siempre, según esto, escasearán los sacerdotes y las religiosas en las zonas indígenas. A pesar de la pretendida opción por los pobres, no abundan las instituciones religiosas que vean en el indígena un pobre. Ayer se trataba de una misión «entre infieles», ahora se trata de cristianos ¿Se puede desamparar a estos discípulos de Cristo? 7.2.6. Materialismo de la sociedad que sólo aprecia lo rentable económicamente y amenaza con negar posibilidades de superviven­ cia a lo que no lo es, como es el caso de las culturas indígenas. Declarar al indígena pobre de solemnidad es una buena vía para conseguir alimentos, medicinas, etc. Pero afirmar que el indígena es portador de una hermosa cultura que debe ser fomentada produce un desencanto y un rechazo. Los misioneros saben de esto. En la misión del Tukuko, por ejemplo, se tocó a decenas de puertas para reacondicionar el museo, y en todas partes hubo una incompren­ sión del asunto. Creo que es fácil entender por qué cuando al indí­ gena se le ve desde la ciencia pura se le deshumaniza. Sólo visto con ojos cristianos (desde el Evangelio) se le da su puesto. 7.2.7. Dificultad de las instituciones para valorar y entender los procesos internos de los grupos indígenas. A pesar de las limitaciones, equivocaciones e ignorancias de los misioneros. En todos estos campos tienen grandísimas aporta­ ciones que hacer. Algunas veces sólo ellos las pueden hacer. 8. PISTAS PARA UNA ACTIVIDAD FUTURA DE LOS CENTROS MISIONALES DE LOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Pretender formular recetas o manuales de acción misionera es, en este caso, además de inútil, presuntuoso. Es evidente que los setenta y dos años de historia que ha vivi­ do la presencia misionera capuchina en Venezuela en este siglo acre­ ditan una larga porción de historia, que ha presenciado cambios y adaptaciones en aras de un fervoroso servicio misionero. Las cosas hoy son muy distintas. Por eso y porque la velocidad de los cam­ bios es más rápida cada vez, los Centros Misionales tendrán que ir