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LAS MISIONES CAPUCHINAS EN VENEZUELA Es un hecho histórico que la presencia de los capuchinos en Venezuela se debe a la tensión misionera que, desde el inicio de la Reforma Capuchina, siempre estuvo presente en sus perspectivas apostólicas. Las constituciones de 1536, pese a existir la prohibición de salir de Italia, dedican un capítulo a la «Misión entre infieles«. En realidad sólo hacen seguir el orden y contenidos de la Regla bulada de san Francisco. Como se sabe, los franciscanos observantes pusieron toda clase de trabas a la expansión de la Reforma Capuchina. Al no poder impedir su implantación en la Península Ibérica, centraron su empe­ ño en impedir que los capuchinos se establecieran en América 1 y, cuando esto tampoco fue posible, se contentaron con impedir la implantación de la Orden. De suyo, en el período colonial, sólo Venezuela se benefició de la actividad apostólica de los capuchinos. En esta tarea colaboraron todas las provincias españolas. La presencia de los capuchinos en Venezuela estuvo motivada por la actividad misionera. Esta actividad tan beneficiosa a los inte­ reses de la corona española, no fue, sin embargo, un privilegio con­ cedido gratis, fue el fruto de una vocación fervorosa y apasionada­ mente defendida. Una y otra vez 2, el Consejo de Indias ordenó a los capuchinos volver a España definitivamente. Nunca los capuchi- 1 P. Buenaventura de C arro cera , Misión de los capuchinos en Cumaná, t. I, Biblioteca de la Academia de la Historia, Caracas 1968, pp. 14 a 30. 2 Real Cédula del 31 de diciembre de 1651 (Archivo General del Indias, Santo Domingo, 871). En la Real Cédula del 26 de octubre de 1662 (Biblioteca Nacional, Madrid, ms. 3561, ff. 18-24) se hace referencia a la orden dada mediante la Real Cédula del 2 de octubre de 1660 de volver el P. Lorenzo de Magallón y todos los demás capuchinos a España.

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