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UNIVERSO, DIOS, CRISTO EN DOSTOYEVSKI 99 Una de las mayores ofensas, dentro de la mentalidad popular, suscrita y defendida por Dostoyevski, es decir de alguien: «ése no cree en Dios». Y ¿quiénes son los que no creen en Dios, los que merecen el insulto del pueblo, de la juventud inquieta e inconformista que bucea en las cuestiones eternas, del propio Dostoyevski? Figuran, en primer término, quienes se han marginado volunta­ riamente del pueblo, al que consideran analfabeto, mísero y despre­ ciable. Son intelectuales que, en nombre de la ciencia y del progre­ so, reniegan de Dios. Son los idólatras de la diosa razón. Dentro del sector de los «intelectuales» hay algunos profesores que conservan «alma de niños», y por ello viven preocupados por las cuestiones eternas, y admiran las virtudes del pueblo. Creen en Dios y en la misión espiritual del pueblo ruso. Son la parte sana del pueblo con una vocación mesiánica: — profesores con «alma de niño», capacitados para ser líderes del pueblo; — jóvenes que se reúnen para hablar de las cuestiones eternas en cualquier tabernucha de vecindario; — santos que, como el P. Zósima, declaran que la salvación vendrá del pueblo; — espíritus desasosegados que preguntan por Dios, por el mundo, por el más allá, incluso desde «la otra punta» de la duda o de la negación. Desde todas las zonas del alma rusa se escucha la pregunta decisiva para el destino de Rusia: «¿Crees en Dios? ¿Hay Dios o no hay Dios?». EL PROBLEMA DE DIOS ¿H a y D ios o no ha y D ios ? ¿Crees o no crees? En este apartado vamos a desnudar al hombre dostoyevskiano para detectar al vivo sus ideas sobre Dios. Vamos a asistir a la lucha

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