PS_NyG_1996v043n001p0059_0086
DIFUSIÓN Y PRÁCTICA DE LA FE 67 Según el número 175, 1 de las Constituciones de los Capuchi nos, parece ser que misionero es quien se encuentra entre los no cristianos y ejerce ahí la actividad o labor misional. Se puede, en éste y en todo supuesto, ser misionero de dos modos: dando testi monio de vida evangélica con gran confianza por medio de la cari dad 79 y anunciando abiertamente la palabra de salvación: «Los hermanos misioneros, como previo san Francisco, pue den conducirse espiritualmente entre los no cristianos de dos modos: que, sometidos a toda humana criatura por Dios, den tes timonio de vida evangélica con gran confianza por medio de la caridad, y que, cuando vieren agrada a Dios, anuncien abierta mente la palabra de salvación a los no creyentes para que se bau ticen y se hagan cristianos»80. El punto segundo de esta misma constitución 175 da un paso atrás, según se mire, ya que ahora se dirige a todos los Hermanos para que «reconociendo que las Iglesias particulares han adquirido ya una fuerza evangelizadora mayor, escuchen de buen grado a los hijos de la nueva Iglesia y dialoguen con ellos. Así queda patente que ellos han ido para el servicio de esas Iglesias y de sus pastores-. Se invita a un diálogo netamente eclesial con las nuevas igle sias, a las que se sirve, ¿como misioneros? Muchas iglesias particula res se benefician de la presencia de tantos Hermanos que actúan, no en el ejercicio de una labor misional, evangelizadora, en último término, apostólica, sino de cooperación entre iglesias o fraternida des hermanas. En los misioneros, también en los demás evangelizadores, se desea y espera encontrar una actitud o dimensión profètica que les lleve a actuar con la libertad de los hijos de Dios: 79 Sobre el testimonio de la caridad, véase Conferenza Episcopale Italiana, Evangelizzazione testimonianza della carita. Orientamenti pastorali dell’Episcopato italiano per gli anni 90, 8 dicembre 1990. 80 Constitución 175, 1.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz