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MARÍA EN EL MISTERIO DEL VERBO ENCARNADO 57 Mons. F ran cesco G ioia presentó a «María, Madre de Jesús, en el diálogo interreligioso». Comenzó con un recorrido iluminante por los documentos de la Iglesia y dio un resumen de la mariología, apropiado a su propósito, viendo en la Theotókos a la Madre de la Palabra y modelo de la comunicación humana, síntesis viva del Mis­ terio, icono del Misterio de la Alianza, Verbum ab breviatum, Cate­ cismo viviente. Así dejó la posibilidad de una aplicación concreta a las diversas situaciones ecuménicas. Con el hebraísmo: se trataría de volver a los orígenes, dejando de lado diferencias polémicas posteriores que carecen de objetivi­ dad. No centrar el diálogo no sobre «tonterías posteriores», sino sobre lo que unía en el origen. María es la Hija de Sión, hebrea. Hebrea también en la grande esperanza mesiánica. Superada la época de la denigración y del silencio, el mundo judío se apropia la figura de María. Acogida como hebrea, aunque rechazada como cristiana, de hecho es un punto de unidad. Con el islam ism o: María es la única mujer recordada en el Corán, el libro clave de la alta espiritualidad musulmana. La perfec­ ta sumisión a la voluntad de Dios encuentra en María un modelo. Su grandeza es ser la madre de Jesús. Se trata de una mariología con sentido distinto del cristiano, pero es en algún modo punto de convergencia. Otras religiones: Todas las demás religiones son respetables. El hinduismo encierra una especie de precomprensión del Verbo, y no son difíciles algunas referencias a María. Buda se asemeja a María en extrema disponibilidad a la Palabra de Dios. En Buda el darma se hace sólo palabra humana. Extrema pasividad como mediación salvífica, es comparable al «Fiat» de María (la misma dis­ posición antropológica frente a Dios) y sería modelo de diálogo entre cristianos y otras religiones. La Anunciación ofrece elementos paradigmáticos de la comunicación humana: escucha, turbación, silencio. Pensar en la plegaria en la oscuridad del templo. Un moti­ vo puede ser la presencia de María con los apóstoles pidiendo el Espíritu Santo. Conclusión: María es la madre de Jesús - testimonio de una sin­ gular experiencia de Dios. Escuchaba y reflexionaba. Virgen fiel, humilde ante la Palabra de Dios que se encarnó en su seno. María, en la humildad, no se cierra a ninguna palabra. Modelo de diálogo,

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