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MARÍA EN EL MISTERIO DEL VERBO ENCARNADO (CONGRESO INTERNACIONAL MARIOLÓGICO - LORETO, 22-25 MARZO 1995) En el marco de las celebraciones con motivo del centenario de la Santa Casa de Loreto se tuvo un Congreso Internacional Marioló- gico, que pretendió ser además interdisciplinar y ecuménico. La cir­ cunstancia de celebrarse al lado de lo que, según una tradición pro­ bable, fueron los muros de la casa habitada en Nazaret por la Sagrada Familia, daba a las conferencias sobre María un aire de con- cretez o cercanía material que afectaba de modo inmediato a la mujer de cuya personalidad histórica se trataba. Y ésa fue la tónica: acercarse a la realidad concreta de la Madre de Jesús, para ver en ella y con ella el Misterio inefable de la Encarnación del Verbo. Desde el principio se hizo alusión a la proclama pontificia de una «nueva evangelización»: reto de una sociedad que se debate entre secularismo y religiosidad, y a la que sólo puede salvar la fe recta en el Misterio de la Encarnación. Como presentación del congreso, habló Stefano de Fiores, augurando para el mismo —dados los temas y la personalidad de los ponentes— un alto nivel teológico en el tratamiento de la figura de María a la luz del Misterio de la Encarnación. Se esperaba del congreso un refuerzo importante para la recuperación cristológica de la mariología. Porque la obra salvadora de Cristo a través de su kénosis y glorificación tiene como base o elemento radical insusti­ tuible el Misterio de la Encarnación. Y este Misterio encuentra en María —la Madre acogedora— el punto de partida que lo configura como intercambio dialogal entre Dios y el hombre. La primera conferencia, a modo de Prolusión de los demás tra­ bajos, estuvo a cargo del cardenal J. Ratzinger (prefecto de la Con­ gregación para la Doctrina de la Fe), sobre el artículo del Credo: «Et Incarnatus est de Spiritu Sancto ex María Virgine». Fue una profunda y amplia reflexión sobre la densidad de esta fórmula de Nicea, que

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