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28 DOMICIANO FERNÁNDEZ una virgen que infringe sus votos. Respecto a las vírgenes infieles no se lanza un anatema, sino que se dice sencillamente que serán privadas de la comunión y se aconseja al obispo que sea indulgen­ te, cosa que no se advierte respecto a la diaconisa51. La misma legislación civil tiene en cuenta este «orden de las diaconisas», a las que se menciona tanto en el código de Teodosio como en el de Justiniano, sobre todo cuando se trata de herencias o legados52. Del siglo vi tenemos un testimonio interesante que revela el crecimiento de las diaconisas en Constantinopla. En las Novellae del Emperador Justiniano, ante el gran número de clérigos que se desplazaba a la capital, el Emperador fija un número límite para el servicio de la iglesia de Santa Sofía: 425 clérigos en total entre los que se cuentan 40 diaconisas53. En la región de Siria tenemos una obra de la segunda mitad del siglo v, que refleja una situación extraña y parece un caso anómalo. Se trata del Testamento d e nuestro Señor Jesu cisto 54, que surgió en un ambiente monofisita de Siria en la segunda mitad del siglo v. Escrito en griego, sólo se conservan las traducciones siria, árabe y etiópica. Tales traducciones solían ser muy libres, por lo que resulta difícil averiguar su tenor original. Es muy llamativo todo lo que dice sobre las viudas, a las que dedica cuatro largos capítulos y describe su dignidad y las tareas que les corresponden. La terminología es muy imprecisa, pues usa indistintamente «ordenar» para los clérigos mayores y para las viudas o lectores. Pero no se trata solamente de terminología confusa, sino que les atribuye en la liturgia y en las funciones que desempeñan un rango insólito55. En los oficios litúr­ gicos el obispo ocupa el centro, cerca de él a ambos lados se sitúan 51 Canon 16; ibid., p. 70. 52 Véase G ryson , o . c ., pp. 119-127. 53 Novellae, III, 1, 1, del 16 de marzo de 535. Las Novellae eran las nuevas leyes o nuevas disposiciones añadidas al Codex lustinianus. La distribución del per­ sonal fue la siguiente: 60 sacerdotes, 100 diáconos, 40 diaconisas, 90 subdiáconos, 110 lectores y 25 cantores. Todo este personal vivía a costa del Estado. 54 Testamentum Domini nostri Jesuchristi, edit. I. E. R ahmani , Maguncia 1989, en su versión siríaca y tradución latina. Para más detalles sobre esta obra, véase R. G ryson , Le ministère des femmes, pp. 110-119. 55 Para la posición de esta obra véase R. G ryson , o . c ., pp. 110-119. Los núme­ ros entre paréntesis del texto se refieren a las páginas de este autor.

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