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642 FERMÍN DE MIEZA la devoción a los santos se forma partiendo de una visión muy per­ sonal de su vida, de la imagen artística e iconográfica que de ellos se hace. En los 53 milagros que la A ssidua relata, encontramos todos los que el popularísimo responsorio de J. de Spira sintetiza: el mar que se «sosiega», tullidos y enfermos curados, bienes perdidos «reco­ brados»... y que el pueblo canta y recita. En un análisis más severo de las causas que han motivado este «Sanantonio» del pueblo devoto y confesional, bajo la humilde cer­ canía milagrosa hacia los pobres y necesitados y débiles y peque­ ños, las encontramos de forma correspondiente en los textos de los Sermones de san Antonio. Sus escritos no son especulaciones y, si lo son, derivan muy frecuentemente hacia una versión benéfica y amorosa. En un párrafo lleno de belleza, escribe: * Nosotros com o hijos d eb em o s p e d ir algo a nuestro P a d r e Dios. Todo es n ad a, excepto am arle... Cuentan qu e el hijo d e la cigü eñ a am a tanto a su p a d r e qu e, cu an d o éste c om ien z a a envejecer, p o r instinto lo sustenta y alim enta. También nosotros debem os sustentar a nuestro P adre en sus m iembros débiles y dolientes; alim entarlo en los pobres y necesitados, en este mundo envejecido A Y afirma que «Dios vela p o r los humildes»6, por los pobres que tienen «la bo ca cerrada y la m an o ex tend ida, qu e h a b la p o r s í m isma»1. En este sentido pone tres notas importantes a la misericordia de Dios: «La m isericord ia d el P ad re es espaciosa, herm osa y p reciosa... También la misericor­ dia para con el prójimo debe ser triple: si pecó contra ti, perdónale; si erró el camino de la verdad, instrúyelo; si tiene hambre, dale de comer»8. «Llevemos en los hom bros a los débiles p a r a qu e no desfa­ llezcan». 5 San Antonio d e P a d u a , Sermones. Dom. Vpost Pascha, Ed. Messaggero, Patawi 1979, t. I, pp. 333-334. 6 San Antonio, o. c., p. 346. 7 San Antonio, o. c., I, p. 396. «Mendicus dicitur, quia minus habet unde vitam degat, sive manu dicens, quia mos erat apucl antiquos egentium os claudere et manum extendere, quasi manu dicere. Ille pauper a Domino est audiutus, quia ver- bis impatientiae os claudit et manum devotae mentis extendit». 8 San Antonio, o. c., I, p. 459. «Patris misericordia est speciosa, spaciosa et pre- tiosa».

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