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650 FERMÍN DE MIEZA En este momento histórico de increencia y pérdida de tantas ilusiones humanas, al menos resulta hermoso ver a una multitud fiel con el panecillo y la flor milagrosa de san Antonio en la mano. El método evangélico también era éste: primero, Jesús curaba al para­ lítico, y después, le perdonaba los pecados... ... No seré yo quien pretenda, otra vez, quemar el almendro. Fermín d e M ieza Juan de la Cosa, 15-A 39004 Santander

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