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636 LUIS ORTIGOSA RODRÍGUEZ Unido a la escuela nació el comedor escolar, necesario siempre por razones diferentes: en aquellos primeros años, por tratarse de un barrio pobre y obrero. Fue obra en cuya implantación colabora­ ron los frailes y las Conferencias de San Vicente de Paul. El número de comensales osciló, según los años, entre 80 y 100 niños. La comi­ da la preparaba el hermano cocinero de la Comunidad y otro her­ mano se encargaba de servirla. El problema mayor que se presentó al comedor tuvo lugar en los años de la postguerra, en los que, con el racionamiento, era difícil encontrar alimentos para tantos. Sólo el milagro de San Antonio lo consiguió. No extraña encontrar esta frase redonda del cronista de la casa aquellos días: «Este servicio del comedor constituye la obra de apostolado y de caridad más merito­ ria de cuantas se ejercitan en el convento»89. La inquietud social y apostólica de los frailes no quedó saciada con la apertura de la Escuela de San Antonio. También se quiso exten­ der la cultura a los mayores, muchos de ellos analfabetos, y en ese mismo curso escolar de 1929-1930 se abrió en los locales de la escue­ la, en horario de noche, una sección de hombres adultos, que comen­ zó con 50 matriculados 90. En 1939 la Sección Femenina creó otra escuela nocturna de adultos para jóvenes obreras, de la que se encar­ gó la Acción Católica Femenina de la capilla de San Antonio. En 1958, después de treinta años de vida humilde y fecunda, la Escuela de San Antonio sufrió una crisis de crecimiento. En ella influi­ rán las exigencias del barrio, que quería mayor calidad de enseñanza, los nuevos planes y normativas que irán emanando del Ministerio de Educación y la pobreza de los frailes de la Avenida de América, que buscarán locales, siempre insuficientes, y estudiarán cómo conseguir una enseñanza gratuita o lo menos gravosa posible para las familias, sin por ello tener que dejar la responsabilidad de los centros. Éstos fueron los pasos de esta evolución: — Las Escuelas de San Antonio se convierten en Escuelas Patronales: El motivo fue de orden económico. A la Comunidad de Torrero le resultaba muy gravoso sostener el costo de la escuela desde que el año 1952 se independizó de la nueva casa del Paseo 89 Boletín Oficial, 1 (1946) 32. 90 Crónica, p. 15.

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