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LABOR EVANGELIZADORA DE LOS CAPUCHINOS.. 633 — Contenido: Se han ido consolidando secciones nuevas como, por ejemplo, El santo del mes, Una palabra de Jesús (sección bíblica), Oraciones a San Antonio, Nuestro perso­ naje del mes, Desde Hong-Kong (Información sobre China), El Psicólogo en casa, La Salud, Las cósicas de Crispín (sec­ ción popular), Frases de oro, Refranero, Pase el rato. En todos los números aparecen temas relacionados con la fami­ lia y sobre la Iglesia. Se ha dado cabida a secciones forma- tivas sobre temas de actualidad. En resumen, se ha buscado una revista popular variada, de lectura agradable — lo que no quiere decir superficial— , que trata de formar e infor­ mar, hacer pensar a sus lectores, ayudarles en su vida de fe y partiendo siempre —esto es básico— de problemas que presenta la actualidad del momento. — Administración: Se ha informatizado la Administración de la revista, racionalizando su gestión. Sólo con este paso se ha podido saber con exactitud el número de suscriptores, que en 1995 ronda los 90.000. A lo largo de esta larga vida El M ensajero pasó por momentos difíciles, sobre todo en la época del P. Víctor. Él recordaba sobre todo dos: el primero fue durante los años difíciles de la Segunda República, con el temor constante a que las bombas o incendios ter­ minaran con el fichero de la revista o el ambiente la hiciera desapa­ recer. En 1933 escribía: «Tres años de vida lleva (la revista), llenos de angustia dos de ellos por temer su desaparición, envuelta en la universal ruina que tantas publicaciones ha estrangulado»81. En 1934 concretiza más aún esa angustia o pesadilla: el impreso «malo y venenoso», y aun el frívolo y mundano, goza de los mejores medios para presentar su producto, mientras que el «bueno» encuentra «pre­ miosidad en todo»82. El segundo momento de índole distinta fue durante la postgue­ rra y se refiere a la escasez de papel que las empresas podían servir y a la pésima calidad del mismo: «No te puedes imaginar lo doloro­ so que resulta ver crecer la revista de día en día y no poder cubrir 81 El Mensajero, n. 37 (1933) 1. 82 El Mensajero, n. 48 (1934) 15.

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