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LABOR EVANGELIZADORA DE LOS CAPUCHINOS.. 627 cuatro ramas de la Acción Católica y se creó también la sección obrera (HOAC). En 1945 sumaban en total 500 miembros. Las señoras de Acción Católica crearon una Escuela Hogar para mujeres obreras, y los hombres, un dispensario para los pobres del barrio, que comenzó a funcionar gratuitamente en 1948, atendido por personal sanitario y un Secretariado Social con servicios gratui­ tos de asesoría jurídica y gestoría. En junio de 1950 nació el Patro­ nato Social Católico de Torrero, específicamente «como obra de pro­ yección apostólica del actual Centro Interparroquial de los Hombres de Acción Católica de San Antonio para la realización de obras sociales y apostólicas en el barrio de Torrero»66. Las obras fueron llegando: primero fue un cine, el cine Torrero; después 332 vivien­ das a precios económicos y facilidades de pago; más tarde ayudó, cediendo locales, a la labor de enseñanza de los capuchinos; cedió un terreno para la edificación de una nueva parroquia y, finalmen­ te, creó un gran complejo deportivo, el Stadium Venecia. Es de jus­ ticia citar aquí al P. Venancio de Huarte Araquil, quien, en estos años de dinamismo social de la Acción Católica, era consiliario diocesa­ no de la rama de Hombres, consiliario del Patronato Social Católico, consiliario de la Hermandad Ferroviaria y del centro interparroquial de la HOAC. 4. E l mensajero de S an A ntonio La idea de la publicación de una revista nació del entonces pre­ sidente de la residencia, P. Ignacio de Pamplona, quien escribió al obispo de Huesca pidiendo la debida autorización. El Sr. obispo aprobó la publicación el 7 de noviembre de 1929 y el día 13 de enero de 1930 salía a la venta el primer número, con el nombre de El Mensajero d e San Antonio 67. Durante muchos años no constó en la revista el nombre de su director. La crónica conventual del día en que apareció el primer número, dice: «Queda nombrado director de la misma el P. Víctor 66 Parroquia San Francisco de Asís..., p. 12. Por tensiones con la Comunidad, el Patronato terminó por desconectarse oficialmente de los Capuchinos (1960-63). 67 Presencia , p. 71.