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LABOR EVANGELIZADORA DE LOS CAPUCHINOS. 625 Francisco de Asís». Para conservar la relación entre ambas organiza­ ciones, el reglamento de la Hermandad Franciscana del Trabajo decía que «deberá existir siempre entre los componentes de la Junta de Gobierno un hermano terciario como enlace entre la Hermandad y la Orden». Los primeros años el presidente de la Hermandad y el de la Orden Tercera coincidieron en la misma persona, D. Alfredo Lacalle. Desde un principio hay que citar al P. Elias de Limonar como el impulsor y alma de la Hermandad Franciscana. La Herman­ dad admitía como socios a toda clase de obreros, sin distinción de ideas políticas o religiosas. Las finalidades que se trazó fueron: «Lle­ var el espíritu cristiano al mundo laboral, procurar la formación social de los trabajadores, orientándolos en sus intereses de clase y organizar una serie de obras concretas en favor de sus socios y fami­ lias» 61. La acogida que tuvo fue grande. Al año de su fundación eran ya 377 los socios, número que en 1952 había subido a 1.200. Creó un servicio jurídico atendido por ocho abogados y un servicio médi­ co que llegó a contar con un cuadro de hasta 45 facultativos. Orga­ nizó una Caja de Préstamos, una Mutua de accidentes y una Oficina de colocación. Construyó casas baratas y formó una Cooperativa Industrial con talleres de artes gráficas. Creó un comedor para ancia­ nos necesitados, que fue llevado durante años por terciarias bajo la dirección de un fraile de la comunidad. El comedor todavía sigue en los locales del convento, aunque el número de comensales esté muy lejos de ser los 40 de los años primeros. La Hermandad publi­ caba su propia revista mensual, La Voz del Trabajo , y en sus loca­ les puso un bar, una peluquería y funcionaba un grupo escénico. La Orden Tercera no se contentó con crear la Hermandad, sino que quiso embarcar al mayor número posible de terciarios en labo­ res de caridad. Por eso, la Asamblea de 1949 organizó diversas voca- lías con finalidades caritativas: visitas a enfermos a domicilio, a los que llevaban también ayudas materiales, y visitas a los enfermos del Hospital Provincial. Esta vocalía, en concreto, se redujo a visitar las 6l Reglamento p a ra el Régimen Interior de la H erm andad Franciscana del Trabajo, establecido bajo la dirección y patrocinio de los RR.PP. Capuchinos (1950) 22 pp.

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