PS_NyG_1995v042n003p0573_0603

LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN TORNO A SAN ANTONIO. 587 en el Sur de España», «Catolicismo popular», carta pastoral a las pro­ vincias eclesiásticas de Granada y Sevilla— , ponemos de relieve algunos aspectos fundamentales de la religiosidad popular: — El pueblo tiene una visión medularmente católica de la vida, en el marco de la más pura ortodoxia: — En su cosmovisión, Dios es el valor absoluto de la exis­ tencia humana, no sólo en el plano teórico, sino en la vivencia de su fe: «tiene sed de Dios», siente la necesidad urgente de Dios. Y este sentido de Dios viene de una especial revelación divina a la gente sencilla. La sed de Dios en estas profundidades de comprensión, «solamente los pobres y sencillos la pueden conocer», en atrevida opi­ nión del Papa. — La memoria asociativa nos lleva a la «florecilla» franscisca- na del encuentro entre san Buenaventura y la viejecita. — La radiografía pontificia invita al optimismo y a la espe­ ranza. Nos encontramos con un organismo sano, con una gran pujanza de energía, de robustez y de vitalidad. La religiosidad popular tiene músculo, nervatura, ritmo bio­ lógico, sangre fuerte y pura. — La forma mentís —ideas fuerza, pensar armónico, proyec­ to de vida, ideales y creencias— es un conjunto de lealta­ des al ideario evangélico y al sentir con la Iglesia, sin la más leve nube de duda o de sombras sobre la ortodoxia. — Esta mentalidad cristiana se caracteriza por la «sed de Dios», que siente la gente pobre y sencilla y nadie más. El subrayado «solamente» indica el alto concepto que tiene el Papa de la religiosidad popular. — La forma vitae incluye un abanico plural de los más coti­ zados valores de la existencia cristiana y la más rica varie­ dad de gestos expresivos. Son los «frutos» del árbol del pueblo y de sus ramas florecidas: la familia, la fidelidad, la generosidad, la educación cristiana de los hijos, la acep­ tación caritativa del prójimo, la armonía en la conviven­ cia, la capacidad de donación, entrega y «heroísmo»... — De nuevo llama la atención el Papa sobre la originalidad y la singularidad de esta riqueza de valores y virtudes que raramente se dan fuera del grupo popular en el mismo grado que en el pueblo.