PS_NyG_1995v042n003p0537_0572
LA IMAGEN DE CRISTO EN SAN ANTONIO DE PADUA 551 damiento (de kenosis) del humanado Hijo de Dios. En la cruz cul mina la humillación que se inicia en la encarnación. Y ésta es ya el comienzo de la cruz que califica todo el ser y el actuar de Jesús todo a lo largo de su vida terrena: «Cristo es como el grano de mos taza sembrado en el jardín/el cuerpo de María. Por su pobreza y humildad fu e la más diminuta de todas semillas de los hombres en su nacimiento; crece en la predicación y realización de mila gros...; se hace árbol en la resurrección; extiende sus ramos por medio de la predicación apostólica y así las aves del cielo vienen a habitar en él por la fe, la esperanza, la caridad»20. En la vida que con nosotros hace peregrino, desterrado y pobre, siempre «lleva en sus manos el báculo de la cruz: antes de la pasión, en sus obras; durante la pasión, en sus manos clavadas; después de la pasión conserva las señales en las manos para exhibirlas ante el Padre»21. En un lenguaje gráfico, muy accesible a la gente del pueblo, descri be la humillación de Cristo ya en el hecho mismo de tomar la natu raleza humana: «El saco y la ceniza significan la rudeza y vileza de la naturaleza humana. Jesucristo del saco de nuestra naturale za humana se hizo una túnica; la cosió con la sutil obra del Espí ritu Santo, y con el hilo de la Virgen María se la vistió; y luego sobre ella esparció la ceniza de la vileza y de la pobreza» 22. El cuerpo humano es como un pobre asno, sobre el que se sienta el Salvador (aludiendo a Ester 14, 3) 23 por su pobreza y humildad. En alusión a 2Re 19, 8 dice que el tomar asiento en el seno de María es para Él una humillación, pero la asume para que el pueblo acuda a Él con confianza24. Desde su nacimiento fue envuelto en los paña- 20 Dom. XIII p. Pentecostés, 8; II, 160. Los textos de san Antonio los citaremos según la edición de B. Costa, L. Frasson, I. Luissetto, P. Marangon, S. Antonii Pata- vini Doctoris Evangelici Sermones Dominicales et Festivi, Vols. 1 . 2 . 3 , Patavii 1979. Indicando la numeración de cada sermón, el volumen y la página de esta edición. 21 La cruz es el bordón que Jesús lleva todo a lo largo de su peregrinación por la tierra, «baculum crucis semper habuit in manibus». Incluso en el cielo lo con serva, pero refulgente de gloria, In Ascens. Domini, 9, III, 247. 22 Dom. III p. Pentecostés, 4; II, 156 s. 23 «La silla es la humildad y pobreza sobre la que se sentaba Jesús al humillar se tomar carne-, Dom. XVI p. Pentecostés, 11; II, 265. 24 El tomar carne humana en el seno de María es, al mismo tiempo, acto de humillación y acto de bondad para hacerse más accesible a los hombres, Dom. IIIp. Pentecostés, 5; I, 440. Frasson, I. Luissetto, P. Marangon: S. Antoni Patavini, Sermo-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz